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Thomas Piketty, el «cuco» de la elite criolla, en Chile por tres días a debatir la desigualdad

Thomas Piketty, el «cuco» de la elite criolla, en Chile por tres días a debatir la desigualdad

Iván Weissman S
Por : Iván Weissman S Editor El Mostrador Semanal
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El domingo, en la sección Economía y Negocios de El Mercuriose publicó un extenso reportaje sobre la desigualdad en Chile. El titular era: "Principales economistas chilenos debaten sobre la desigualdad: 'La solución es educativa y no de distribución'".

La Real Academia de la Lengua define debate como una "controversia" o "discusión". Asimismo, otra definición que se encuentra en Internet explica que debate "procede del verbo debatir (discutir o disputar sobre algo) y hace mención a una controversia, discusión o contienda".

A partir de lo anterior, queda claro entonces que para debatir se necesitan opiniones diferentes, puntos de vista contrapuestos o ideologías opuestas. 

Bueno, si se considera que, de los 17 invitados al "debate" de El Mercurio, 16 eran economistas, políticos o empresarios ligados a la derecha o neoliberales y que solo uno se podría catalogar como cercano al progresismo o con ideas socialdemócratas, se torna difícil entender cómo el diario de don Agustín decidió describir el encuentro como un "debate".

Si uno quiere ser un poco cínico, podría explicarlo como un ejemplo de los poderes fácticos del diario más influyente de Chile operando sutilmente para criticar las reformas del gobierno de Michelle Bachelet y desestimar, así, los argumentos en favor de una mejor distribución de ingresos y riqueza en el país. 

Lo que concluye el pseudodebate lo deja claro: "La solución es educativa y no de distribución".

Y tal conclusión es, de acuerdo al reportaje, de los "más destacados economistas de Chile, dirigentes gremiales y hombres de negocios". La implicancia es, entonces, que sus conclusiones son las correctas y hay que escucharlos.

Entre los asistentes al evento organizado por El Mercurio estuvieron el ex Presidente Sebastián Piñera; los ex ministros de Hacienda Eduardo Aninat y Felipe Larraín; el ex ministro de Economía Juan Andrés Fontaine; el ex ministro de Educación y director del Centro de Estudios Públicos CEP, Harald Beyer; el economista y académico de la Universidad Católica, Klaus Schmidt-Hebbel; el director de Fundación Imagen de Chile, Álvaro Fischer; el presidente de la CPC, Andrés Santa Cruz; Pablo Granifo, presidente de Banco Chile; Federico Valdes, rector de la UDD; Cristián Larroulet, ex ministro de Piñera, y Wolf von Appen, miembro de la familia controladora de la naviera Ultramar.

En tanto que el invitado de honor fue el economista de origen catalán Xavier Sala i Martín, que la semana pasada estuvo de visita en Chile y que, entre sus varios destacados trabajos, tiene uno en que concluye que, en las últimas décadas, tanto las tasas de pobreza como el número de pobres en el mundo han disminuido y que las desigualdades individuales en la renta no se han incrementado.

Conclusiones exactamente opuestas a las de un economista que hoy arribará a Chile.  

Se trata de Thomas Piketty, el intelectual que le confirió fundamentos a la Reforma Tributaria y que se ha convertido en el "cuco" de la elite criolla.

Hace un par de semanas la criticó en una entrevista en la revista Capital, señalando que “les conviene decir que hay que esperar a que el crecimiento haga su trabajo antes de lidiar con la desigualdad”.   

En dicha entrevista también aprovechó de ironizar sobre las críticas de Andrés Velasco a su libro y efectuó un duro análisis del sistema de repartición de ganancias en Latinoamérica, junto con asegurar que las reformas de Michelle Bachelet "van en la dirección correcta".

Piketty escribió El capital en el siglo XXI y ha sido citado cada vez que se defiende la necesidad de llevar a cabo la Reforma Tributaria para disminuir la desigualdad. Sin ir más lejos, Eduardo Engel usó los planteamientos del autor francés en la Comisión de Hacienda durante el debate y Michel Jorratt, director del SII, utilizó sus conclusiones en uno de los documentos claves que publicó. 

Su visita a Chile ha generado muchas expectativas. Hoy presenta su bestseller en el ex Congreso Nacional, con la presencia del ex Presidente de la República Ricardo Lagos Escobar. Mañana miércoles, a las 11:30 horas, Piketty ofrecerá la conferencia "El capital en el siglo XXI" en la Universidad Diego Portales, además de otra en la Casa Central de la Universidad de Chile. Y el jueves participará en el Congreso del Futuro en un seminario sobre la desigualdad junto al ministro Alberto Arenas. El encuentro, que dura hasta el sábado, contará además con la participación de la Mandataria Michelle Bachelet y los ex gobernantes Ricardo Lagos, Eduardo Frei y Sebastián Piñera.

Un economista cercano al gobierno opina que la presencia del autor de El capital en el siglo XXI en Chile podría darle un impulso a la agenda del gobierno y refrescar alguno de los argumentos detrás de las reformas.

La acumulación de la riqueza

Como explicamos en una nota hace ya varios meses, este economista francés plantea que el capital tiende a acumularse más rápido que lo que las economías crecen en el largo plazo; que la riqueza se concentra en pocas manos; y que la movilidad de Estados Unidos en el siglo XX fue más una aberración histórica que una verdad empírica.

Piketty y Emmanuel Saez se abocaron a investigar la desigualdad en los ingresos y proveyeron la narrativa para sustentar el lema del Movimiento Occupy: “El 1% versus el 99%”, consigna el sitio Quartz. Este movimiento internacional protesta contra la desigualdad social y económica, al tiempo que promueve una distribución del poder político y económico más justa. 

Jorge Selaive, economista jefe del BBVA Chile, destaca que Piketty ha puesto en la discusión el tema de la desigualdad. "Desde hace mucho tiempo los economistas asociamos el capitalismo a ciertas premisas religiosas que dan impunidad a la acumulación de riqueza, pero pocas veces se había colocado el tema en su próximo paso: qué implicancias tiene sobre desigualdad y cómo evitarla", apunta.

Sin embargo, Selaive tiene reparos acerca de algunos de los argumentos del economista francés. "Partiendo del supuesto de que efectivamente vamos camino a mayor desigualdad, no es del todo claro que aquello no sea deseable. Si la pobreza desaparece, niveles de bienestar mínimos son sobrepasados ampliamente, no es claro que la desigualdad sea mala per se a menos que genere un daño a la democracia, cosa que por ningún lado es evidenciada por Piketty. Sugerir que la desigualdad per se es mala por otra razón, solo colocaría la envidia como un valor a proteger, cosa que ciertamente no suscribo", afirma.

También hace hincapié en que convierte a los ricos en "los malos de la película". En tal sentido, manifiesta que "colocar un rol demasiado preponderante para el Estado a través de más impuestos, y a los ricos como los malos de la película, puede propiciar animadversión hacia personas comunes y corrientes, muchas de ellas que tuvieron la simple ocurrencia de una buena idea. Tendríamos que castigar al dueño de Facebook o a Steve Jobs por ser personas de clase media que tuvieron una buena idea. Ni siquiera podríamos decir que tuvieron la mejor educación. La pregunta es: ¿habrían querido ser ricos si supieran que, si lo son, toda su riqueza podría ser confiscada?".

Por otro lado, hace unos meses, Martin Wolf –el famoso comentarista económico de Financial Times– dedicó una extensa nota a Piketty y su libro, en la cual destaca que tras la obra hay 15 años de investigación empírica llevada a cabo en conjunto con otros académicos. “Su resultado es una transformación de lo que sabemos sobre la evolución de los ingresos y la riqueza (lo que él llama el capital) en los últimos tres siglos en los países líderes de altos ingresos. Eso hace que sea una historia económica, social y política apasionante”.

Las críticas a Piketty

Pero Wolf tiene críticas. Es así que afirma que las recomendaciones de Piketty son “audaces" y, obviamente, "no realistas" en términos políticos. En particular, el economista francés pide regresar a medidas que apunten a un aumento de las tasas marginales de impuestos sobre los ingresos más altos y un impuesto progresivo sobre el patrimonio mundial. Esto último se sostiene en que los ingresos reportados de los más ricos son mucho más pequeños que sus verdaderos ingresos económicos (la cantidad que pueden consumir sin reducir su riqueza) y en que se encuentran distribuidos a nivel global.

Para el analista del FT, la debilidad más grande de El capital en el siglo XXI es que, si bien demuestra que existe una desigualdad creciente, no explica por qué la desigualdad es un factor que debe importar: “Piketty simplemente asume que así debe ser”. A renglón seguido, Wolf señala: “La desigualdad no puede ser eliminada. Es inevitable y en cierto grado incluso deseable. Pero, como los griegos argumentaron, es necesario que haya moderación en todas las cosas. No estamos viendo aumentos moderados de desigualdad y deberíamos tomar nota de ello”.

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