El 5 de octubre de 2011 Guillermo Luksic aseguraba que no se arrepentía de haber ingresado al control de la Compañía Sudamericana de Vapores (Csav) y evitaba criticar la gestión que tuvo la firma cuando estuvo bajo el control de Ricardo Claro (fallecido en octubre de 2008) y el principal ejecutivo de la firma era Juan Antonio Alvarez.
Las agresivas decisiones comerciales de la firma en ese tiempo la expusieron a la variación de los precios y demanda en el transporte marítimo internacional. Ambos se desplomaron desde la crisis subprime y la compañía se deterioró violentamente hasta el punto de casi quebrar. En el 2011 cerró con las mayores pérdidas en la historia de una empresa chilena: US$ 1.250 millones.
La “prudencia” de los Luksic, se podría decir, la rompió hace algunos días uno de sus asesores principales en Quiñenco hasta hace algunos años: Luis Hernán Paul.
Paul escribió una columna en el Diario La Tercera el domingo 5 de marzo pasado. En ella, el ex asesor de Luksic no fue nada diplomático en criticar la gestión del grupo claro en Vapores.
Hizo una comparación entre el caso La Polar – firma en la cual fue director hasta que estalló el escándalo en junio de 201 – y CSAV.
La crisis de la primera – en la cual tuvo poco que ver pues ingresó el 26 de abril del año pasado y su primer directorio fue el 25 de mayo de ese mismo año, es decir, apenas 10 días antes del estallido del escándalo – la explicaba como un aparente caso de fraude, del tipo Enron y Worldcom en Estados Unidos.
Pero distinto, dijo, era el caso de Vapores. En el caso de la naviera, Paul simplemente dice que la empresa era mal manejada. En su opinión,“ lo ocurrido en la CSAV pareciera ser un caso de toma de riesgos que demostraron ser muy significativos con el paso del tiempo, lo cual cae en la familia de tipo de fallas en los gobiernos corporativos que se dieron en Citigroup y AIG, en la crisis subprime”.
Y aunque advierte que son mucho más graves los casos de fraude, “advierte que la toma de decisiones incorrectas, que llevan implícitas una mala gestión de riesgos en las empresas”, puede tener un efecto en el patrimonio de los accionistas gigantesco y tan negativo como un fraude.
Por suerte, los Luksic tienen las espaldas para afrontar lo que hasta ahora han perdido con Vapores, porque según un articulo de Bloomberg el año pasado, el consenso entre analistas es que la compra de la naviera podría convertiste en el peor negocio que ha hecho la familia.