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Sin jugar, el «Tiburón» Ramos hizo un partidazo

Sin jugar, el «Tiburón» Ramos hizo un partidazo

El cuadro árabe apenas empató un encuentro en que fue muy superior a Wanderers de Montevideo, pero sus jugadores fallaron una y otra vez las varias posibilidades de gol que tuvieron y además se encontraron con un arquero uruguayo que lo atajó todo. ¡Cómo extrañaron los hinchas tricolores al goleador de su equipo!


La paridad 1-1 de Palestino frente a Wanderers de Montevideo, por el Grupo 5 de la Copa Libertadores, ciertamente tuvo gusto a poco. El cuadro árabe, sobre todo en el segundo tiempo, fue muy superior a un rival que venía precedido de una buena crítica por lo hecho en este torneo, pero que esta vez, en el Estadio Santa Laura, se mostró como un cuadro bastante discretito, que la sacó más que barata en el reparto de puntos.

¿Una mala actuación puntual del equipo que lanzó a la fama a Enzo Francescoli? ¿O la simple ratificación de que la crítica rioplatense suele ser extremadamente generosa con sus equipos representativos? Lo concreto es que Wanderers debió haber cosechado una derrota inapelable de no haber tenido el arquero que tuvo, y de no haber estado los delanteros palestinistas tan desacertados a la hora de definir alguna de las muchas ocasiones que supieron procurarse.

Es entonces que surge la pregunta inevitable: ¿Qué llevó al técnico argentino Pablo Guede a prescindir para este encuentro del “Tiburón” Ramos? Porque Ramos no será Messi ni Cristiano Ronaldo; ni siquiera se ubica entre los delanteros más destacados del medio, pero siempre está ahí, siempre se las arregla para sorprender a las defensas y, vaya poca cosa, siempre hace goles.

Ramos, curiosamente, no estuvo en el cuadro titular, pero tampoco estuvo en la banca. Dicho crudamente, no fue considerado por su técnico. Visto lo ocurrido, muchos hinchas tricolores abandonaron el recinto de la Plaza Chacabuco preguntándose el porqué de tan inexplicable ausencia.

Como siempre ocurre en estos casos, la especulación admitía varias versiones. Una es que a Guede no le habría gustado una reacción del “Tiburón” al ser sustituido y, para dejar clarito que el que manda es él, lo habría borrado. La otra es que Guede habría decidido sacarlo para poner “hombres rápidos”, mejor calificados para sorprender a una defensa corpulenta, pero lenta y un poco torpe, como la que exhibe el cuadro montevideano. Dicho de otra forma, “por decisión técnica”. Explicación que da para todo, pero que al final no aclara nada.

Convengamos que es la gran desventaja de los entrenadores. Si Palestino hubiese ganado, como debió, la ausencia de Ramos tal vez habría pasado a un discreto segundo plano, pero como no ocurrió, Guede se transformó en el primer actor de una polémica que a lo mejor murió con el pitazo final del juez peruano Carrillo y puede no seguir escalando, porque sólo se trata de Palestino, es decir, un cuadro de los denominados “chicos” y con escasa hinchada que presione y se haga sentir.

¿Imagina usted una polémica parecida en Colo Colo o en Universidad de Chile? Algo así como que Tapia deje afuera a Paredes, o Lasarte, a Johnny Herrera…
El partido tuvo un primer tiempo más bien discreto. Con mucho desorden por parte de ambos equipos, abundancia de pases equivocados e interrupciones surtidas a causa de un pito peruano con la epidermis extremadamente sensible para ver muchas veces faltas donde no las había.

La cuenta la abrió Wanderers en una de sus escasas jugadas de mérito. Una sucesión de paredes concluyó con un buen pase para el lateral Alex Silva quien, superando el fallido intento de Díaz, no se amilanó para nada al quedar sin ángulo. Viendo que el meta palestinista Melo se abría apenas un poco, intuyendo el centro, al más puro estilo de Mario Moreno, recordado alero derecho de Colo Colo en la década de los 50 y los 60, la metió entre poste y arquero.

El segundo lapso fue, sin embargo, entero para Palestino, que con jugadores livianitos, pero a los cuales la pelota no les quema los pies, se fue procurando una tras otras las oportunidades de anotar y lograr lo que a esas alturas era ya un más que merecido empate. Una y otra vez fallaron los hombres tricolores en la puntada final. Una y otra vez el meta Burián salvó a su arco de una caída inminente.

Recién la paridad llegó en el minuto 65, cuando un centro de la izquierda, enviado por Valencia, fue conectado con un tacazo por Riquelme que tuvo el gran mérito de descolocarlos a todos, menos a Jason Silva, que igual la hizo llegar al fondo del arco a pesar de que había al menos tres defensores uruguayos parados sobre la línea de valla.

Desaparecido Wanderers, todo fue para los tricolores. Las ocasiones se sucedieron una tras otra, pero sin que el gol de la victoria, ese que entregaba los tres puntos y le abría posibilidades de seguir avanzando en su grupo, llegara. Objetivamente, el empate puso la carrera cuesta arriba para el equipo chileno.
Mientras, el “Tiburón” Ramos, vestido en la tribuna, se jugaba uno de sus mejores partidos desde que milita en Palestino.

Pormenores

Estadio Santa Laura.
Público: 5 mil personas, aproximadamente.
Bajo la dirección del árbitro peruano Víctor Carrillo, los equipos alinearon de la siguiente manera:

Palestino: Melo; Carvajal, Lanaro (60´ Chávez), Contreras; Farías, Rosende, Valencia, Valenzuela (84´ Cantillana), J. Silva (71´ Guajardo), P. Díaz; Riquelme.

Wanderers: Burián; A. Silva, E. Díaz, Lima, Olivera; Santos, Martínez, Vergés, Rodríguez (75´ Bueno), Albarracín (84´ Riolfo); Reymúndez (57´ Mascia).

Goles: Alex Silva, a los 36´, y Jason Silva, a los 65´.

Tarjetas amarillas: Valencia y Silva, en Palestino, y Vergés, Reymúndez y Mascia, en Wanderers de Montevideo.

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