Según las autoridades turcas, un grupo de 22 migrantes fueron expulsados en caliente por la policía griega en el río Evros, que constituye la frontera entre ambos países.
Turquía elevó hoy a 19 los migrantes hallados muertos por congelación después de que, supuestamente, fueran expulsados en caliente desde Grecia, donde, denuncian las autoridades turcas, se les quitaron los zapatos y parte de la ropa pese a las gélidas temperaturas.
«Desafortunadamente ha ascendido a 19 el número de cuerpos de inmigrantes encontrados durante las actividades de búsqueda y rescate que continuaron en la región a la que fueron expulsados por los griegos y donde murieron congelados», señala hoy un comunicado de la gobernación de la provincia de Edirne, fronteriza con Grecia en la región europea de Turquía.
Según las autoridades turcas, un grupo de 22 migrantes fueron expulsados en caliente por la policía griega en el río Evros, que constituye la frontera entre ambos países.
Ayer las autoridades turcas informaron del hallazgo de 12 cuerpos. La cuenta en Twitter del ministro del Interior publicó el miércoles cuatro fotos en las que se ven ocho cuerpos tirados en el suelo, vestidos con ropa ligera, alguno solo con un pantalón corto y una camiseta, aunque las imágenes están difuminadas y no se pueden apreciar muchos detalles.
Video vía Twitter @dw_espanol
El ministro no aclaró la nacionalidad de las víctimas ni dio más detalles sobre su identidad y acusó a la Unión Europea de falta de humanidad y de ser «débil».
El cauce del río Evros a la altura de Ipsala es un lugar de paso habitual para migrantes irregulares desde hace años, donde las corrientes y el frío se cobran víctimas a menudo, sobre todo en invierno.
Las temperaturas en Ipsala han estado apenas por encima de los cero grados durante los últimos días.
El presidente de Turquía, aseguró hoy que «no es la primera vez» que descubren expulsiones en caliente desde Grecia, y denunció que la Unión Europea permanece en silencio.
Turquía denuncia casi todos los días expulsiones en caliente de migrantes por parte de Grecia, normalmente en la ruta marítima entre Anatolia y las islas griegas.
En todos los casos, según ese medio, las lanchas neumáticas de los migrantes son empujadas o remolcadas de vuelta a aguas turcas por parte de patrullas navales griegas.