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Presidente «Lula» viaja finalmente a la Antártica con 24 horas de retraso

El gobierno ha definido el viaje como «un gesto político» en favor de la conservación del planeta y del trabajo científico que realizan militares brasileños en la base que el país emplazó en el continente blanco hace 25 años.


El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, partió hoy desde Puerto Arenas rumbo a la Antártida, para una breve visita que se atrasó 24 horas por causa del mal tiempo que imperaba el sábado en la región.



Fuentes oficiales dijeron en Brasilia que Lula y su comitiva, que integran unas veinte personas, desarrollarán hoy el mismo programa que tenían previsto para ayer, cuando las condiciones climatológicas impidieron el despegue de su avión.



La primera escala será en la base Presidente Eduardo Frei, desde donde Lula se trasladará en helicóptero hasta el buque oceanográfico Ary Rongel, de la Armada brasileña.



Tras una breve visita al barco, seguirá rumbo a la Estación Antártica Comandante Ferraz, plataforma científica de Brasil situada en la isla Rey Jorge, donde conocerá el trabajo que allí realizan militares y especialistas brasileños.



Después, Lula y su comitiva regresarán a la base Presidente Eduardo Frei y desde allí volverán hoy mismo a Puerto Arenas, si es que el tiempo lo permite.



Clima riguroso



El portavoz presidencial, Marcelo Baumbach, ya adelantó que por «el clima especialmente riguroso de la Antártida, todo el programa de viaje estará sujeto a confirmación, en función de las condiciones meteorológicas».



La comitiva de Lula la integran, entre otros, su esposa Marisa Leticia, uno de sus hijos y tres ministros, que según la previsión para hoy, podrán enfrentar temperaturas de unos tres grados bajo cero, con una sensación térmica cercana a los 15 grados bajo cero.



El viaje fue enmarcado en el llamado «Año Polar Internacional 2007-2008», que promueve la Organización Meteorológica Internacional y con el que se pretende potenciar la observación de los fenómenos climatológicos en las masas polares del planeta.



También debía coincidir ayer con el aniversario del Protocolo de Kioto, que entró el 16 de febrero de 2005.



El gobierno ha definido el viaje como «un gesto político» en favor de la conservación del planeta y del trabajo científico que realizan militares brasileños en la base que el país emplazó en la Antártida hace 25 años.



En esa base actualmente se desarrollan 19 investigaciones, todas vinculadas al medio ambiente.



Entre ellas, figuran una centrada en el estudio de la capa de ozono y la absorción de ese gas por los océanos, y otras relativas a la reducción del número de microscópicos moluscos que sirven de alimento a focas, ballenas y pingüinos.



Lula será el segundo jefe de Estado brasileño en visitar la base que el país tiene en la Antártida. Hasta ahora, sólo había llegado hasta esa remota estación científica el presidente Fernando Collor de Mello, en 1991.



EFE


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