Publicidad

Consejo de Seguridad de la ONU no llega acuerdo sobre Kosovo

Los 15 miembros del Consejo, máximo órgano de decisiones de Naciones Unidas, están muy divididos respecto al futuro de Kosovo, pues mientras Estados Unidos, Reino Unido y Francia apoyan la decisión unilateral de Kosovo, Rusia se opone.


El Consejo de Seguridad de la ONU, profundamente dividido sobre los próximos pasos a dar tras la declaración unilateral de independencia de Kosovo, concluyó su reunión de este domingo sin una posición consensuada y a la espera de lo que el lunes decidan los ministros de Asuntos Exteriores de la UE.



«Las diferencias de opinión conocidas siguen siendo las mismas», señaló el presidente de turno del Consejo, el embajador de Panamá, Ricardo Alberto Arias, al término de una reunión cuyo inicio se pospuso por un par de horas por falta de intérpretes.



Los 15 miembros del Consejo, máximo órgano de decisiones de Naciones Unidas, están muy divididos respecto al futuro de Kosovo, pues mientras Estados Unidos, Reino Unido y Francia apoyan la decisión unilateral de Kosovo, Rusia se opone.



En Pristina, el ex líder guerrillero y ahora primer ministro albano-kosovar, Hashim Thaí§i, anunció en el Parlamento de Kosovo su independencia de Serbia, lo que inmediatamente fue rechazado por Belgrado, a través de su primer ministro, Vojislav Kostunica, quien declaró que su país luchará «sin el uso de la fuerza» por recuperar la provincia secesionista.



El desacuerdo entre los miembros del Consejo se basa en la interpretación legal de una de sus resoluciones, la 1.244, adoptada en 1999, que recoge el plan de paz internacional para Kosovo y garantiza a Serbia la soberanía y la integridad territorial.



«No hay base legal para la declaración independiente unilateral» realizada por Kosovo, afirmó el embajador de Rusia, Vitaly Churkin, que señaló que la 1.244 no deja espacio para esa interpretación.



En velada acusación a EE.UU. y a algunos miembros de la Unión Europea (UE), Churkin aseguró que Moscú «no comparte la idea de que la ley internacional se puede manipular».



Agregó que el anuncio de Pristina «debería ser desestimado» y considerar esa declaración como «nula e inválida».



Para defender esa posición intervendrá mañana ante el Consejo el presidente de Serbia, Boris Tadic, quien ha solicitado ser escuchado por el máximo órgano de decisiones de Naciones Unidas en una reunión que comenzará a partir de las 17.00 GMT y que será abierta a todos los países de la organización.



Para Serbia, la declarada independencia de Kosovo representa una secesión unilateral y forzada de una parte de su territorio, sin efectos legales para ese estado ni para la ley internacional.



Los países europeos que se sientan en el Consejo de Seguridad, que son Francia y Reino Unido como permanentes, y Bélgica e Italia como no permanentes, más Croacia, Alemania y Estados Unidos, realizaron una declaración, en la que aseguran que la 1.244 proporciona «el marco para una transición hacia una estabilidad duradera en Kosovo».



«Lamentamos la incapacidad para adoptar una solución de mutuo acuerdo, pero la situación es verdaderamente imposible y un proceso coordinado y estable, con el apoyo internacional, es mejor que una inestabilidad prolongada», dijo en nombre de ese grupo el embajador de Bélgica, Johan Verbeke.



Señaló que «este callejón sin salida dura ya varios meses. No va a cambiar», al tiempo que subrayó que estaban a la espera de las decisiones que mañana adopte en Bruselas el Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de la UE.



Entre los Veintisiete también hay profundas divisiones sobre la situación de Kosovo, pues mientras Reino Unido, Francia, Alemania, Bélgica e Italia apoyan esa independencia unilateral, otros países como España, Grecia o Chipre, entre otros, la rechazan.



«Nadie ha apoyado las propuestas de Rusia para que la declaración unilateral de independencia sea nula e inválida», dijo por su parte el embajador del Reino Unido, John Sawers, que añadió que «la máxima autoridad (en Kosovo) es Naciones Unidas».



Sawers agregó que entre los próximos pasos está ver qué países van a reconocer esa independencia, al tiempo que subrayó que las decisiones de la UE «se mantendrán en el respeto de la 1.244».



El embajador adjunto de EE.UU., Alejandro Wolff, reiteró la posición de Washington de que lo ocurrido con Kosovo «es una situación única. No existe otra situación como esa en el mundo, en la que la ONU tenga la administración de un territorio».



Wolff desestimó así las advertencias rusas de que aceptar la declaración de independencia unilateral de Kosovo supondrá un precedente que puede tener influencias negativas en otros países con problemáticas situaciones nacionalistas.



El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, se refirió a que la situación en la provincia secesionista «es de tranquilidad», a pesar de las explosiones registradas en el norte de Mitrovica.



Asimismo, señaló que «pendientes de lo que decida el Consejo, la Misión de la ONU en Kosovo (UNMIK) considera la resolución 1.244 como la única base legal para su mandato, que seguirá ejerciendo a la luz de la evolución de las circunstancias».



Ban, al igual que el Consejo, pidió a las partes que «eviten cualquier acción o declaración que haga peligrar la paz, incite a la violencia o ponga en peligro la seguridad de Kosovo y la región».
EFE

Publicidad

Tendencias