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Uribe promete revisar seguridad de autoridades a raíz de crimen de gobernador

La orden del Ejecutivo es revisar la protección de todos los gobernadores del país, una medida que se prevé hacer extensiva a otras autoridades regionales y locales, indicó a la misma emisora el director de Seguridad Ciudadana de la Policía, el general Orlando Páez.


El presidente colombiano, Álvaro Uribe, se comprometió este jueves  a revisar la seguridad de las autoridades regionales y locales del país después de dar el último adiós al gobernador Luis Francisco Cuéllar, secuestrado y asesinado presuntamente por las FARC.

El Gobierno quiere evitar que se repitan situaciones como la del pasado lunes, cuando únicamente había un policía custodiando el domicilio de Cuéllar en el momento en que fue secuestrado, según han denunciado sus familiares.

Así lo explicó a Caracol Radio el gobernador del Atlántico, Eduardo Verano, quien preside la Federación Nacional de Departamentos y estuvo hoy en la comitiva que, encabezada por Uribe, recibió los restos de Cuéllar en el aeropuerto militar de Bogotá.

La orden del Ejecutivo es revisar la protección de todos los gobernadores del país, una medida que se prevé hacer extensiva a otras autoridades regionales y locales, indicó a la misma emisora el director de Seguridad Ciudadana de la Policía, el general Orlando Páez.

La prioridad es por ahora la seguridad de los gobernadores de los departamentos del Tolima, Huila y Putumayo, debido a las amenazas que han recibido, detalló Páez.

Uribe recibió esta mañana en Bogotá a la viuda e hijos de Cuéllar, cuyos restos fueron trasladados en un avión policial desde Florencia, la capital del departamento del Caquetá (sur), del que la víctima era gobernador.

El ministro de Defensa, Gabriel Silva, los altos mandos militares y policiales, así como algunos gobernadores acompañaron a Uribe en esa reunión privada con los familiares de la víctima.

«Ha sido un encuentro conmovedor del presidente Álvaro Uribe con los familiares del gobernador», dijo escuetamente a la prensa el portavoz de la Casa de Nariño (sede del Ejecutivo), César Mauricio Velásquez.

Tras el homenaje gubernamental, los restos de Cuéllar fueron trasladados a una sala de velación para unas breves honras fúnebres y en las próximas horas serán enterrados en un cementerio del norte bogotano.

Cuéllar murió degollado el pasado lunes por la noche a manos de sus captores, presuntamente miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), menos de una hora después de haber sido secuestrado en su casa de Florencia, según establecieron los médicos que hicieron la necropsia.

El cadáver del político, que sufrió cinco secuestros a lo largo de su vida, fue hallado el martes, día en que cumplía 69 años, en la zona rural boscosa cercana a esa ciudad.

Aunque ningún grupo ha reivindicado todavía el crimen, Uribe se lo atribuye a miembros de la columna móvil «Teófilo Forero» de las FARC.

De hecho, según informes de inteligencia que publica hoy el diario El Tiempo, los secuestradores dejaron escrita en la fachada de la casa de Cuéllar la frase «Comando James» en alusión a «James Patamala», jefe de la citada columna abatido por la policía hace unos meses.

La atribución del secuestro y asesinato de Cuéllar a las FARC, como ha hecho el Gobierno de Uribe, «es irresponsable», sostuvo hoy la Agencia de Noticias Nueva Colombia (Anncol), afín a esa guerrilla.

«Es irresponsable para cualquier medio culpabilizar a alguien, sea grupo o persona individual, sin conocer los resultados de una investigación seria», afirma Anncol en un editorial difundido hoy a través de su sitio en Internet.

«No creemos que en cuestión de horas, el presidente y su régimen hayan establecido que las FARC es la autora del hecho, sin mostrar ni siquiera una sola prueba», insistió la agencia, que difunde habitualmente documentos e información relacionada con la guerrilla y el conflicto armado colombiano.

Anncol aseguró que Cuéllar tenía nexos con grupos paramilitares que lo obligaron a comparecer en marzo pasado ante la fiscalía en Bogotá, por lo que «participaba en el conflicto armado» y «no era un simple civil».

Por otro lado, el presidente de la Pontificia Comisión Iglesia Hoy, el cardenal colombiano Darío Castrillón, suplicó este jueves al jefe máximo de las FARC, alias «Alfonso Cano», que ponga en libertad a todas las personas a las que esa guerrilla mantiene secuestradas.

«Te suplico que los secuestrados sean puestos en libertad», expresó Castrillón desde su despacho en el Vaticano durante una entrevista telefónica con Caracol Radio.

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