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Obama presentará mañana los presupuestos para el año fiscal 2011

Un sondeo publicado esta semana por el Centro Pew muestra que el 60 de la población considera que la reducción del déficit debe de ser una de las principales prioridades de 2010, frente al 53 por ciento que dijo lo mismo el año pasado.


El presidente de EE.UU., Barack Obama, presentará este lunes los presupuestos federales para el año fiscal 2011, que se espera incluyan la congelación de varios programas con el fin de atajar el galopante déficit en el país.

Obama dijo el miércoles, durante el discurso sobre el Estado de la Unión, estar preparado para congelar el gasto gubernamental durante tres años.

Adelantó que esos recortes no afectarán a los programas de seguridad nacional, la cobertura médica para ancianos y personas pobres y la Seguridad Social, pero sí «todos los otros programas discrecionales».

«Ya hemos identificado 20.000 millones de dólares en ahorros para el próximo año», subrayó el presidente, quien volvió a insistir, durante su tradicional discurso radiofónico de los sábados, en la importancia de reducir los números rojos.

«Es crucial que frenemos el déficit presupuestario que hemos venido acumulando durante demasiado tiempo», explicó Obama durante su discurso, en el que recordó que compatibilizará ese objetivo con la prioridad número uno de su Gobierno para este año: la creación de empleos.

El director de comunicación de la Casa Blanca, Dan Pfeiffer, adelantó el sábado algunos detalles de estos recortes en su blog como terminar con un plan para limpiar antiguas minas de carbón abandonadas y un programa de Parques Nacionales, o eliminar un programa de crédito por pago de impuestos.

Otra de las propuestas es concentrar 38 programas del Departamento de Educación a 11, por considerar que el actual sistema está «fragmentado» y «no es efectivo», lo que dará más flexibilidad a los estados y distritos escolares para distribuir las becas y también se les pedirá mayor responsabilidad.

Además, según adelantó la prensa estadounidense esta semana, la NASA tendrá que suspender algunos programas como el Constellation, con el que Estados Unidos planeaba volver a hacer un viaje tripulado a la Luna.

«El presidente cree que debemos ser honestos sobre lo que funciona y lo que no y que tomar decisiones difíciles sobre qué programas financiar y cuáles reducir o suspender es parte de gobernar», señaló Pfeiffer.

Pfeiffer recordó que el pasado año Obama propuso recortar o retirar 121 programas para ahorrar aproximadamente 17.000 millones de dólares al año, aunque el Congreso sólo aprobó una reducción de los planes que permitió un ahorro de 6.800 millones, el 60 por ciento de la propuesta.

Los votantes estadounidenses dan la razón a Obama en lo que al déficit se refiere.

Así, un sondeo publicado esta semana por el Centro Pew muestra que el 60 de la población considera que la reducción del déficit debe de ser una de las principales prioridades de 2010, frente al 53 por ciento que dijo lo mismo el año pasado.

No está claro, de todos modos, que los recortes que preparan Obama y su equipo tengan un impacto sustancial sobre un déficit presupuestario que alcanza ya los 1,4 billones de dólares.

En ese sentido, el diario The Wall Street Journal adelantaba esta semana que la citada congelación de gastos durante un periodo de tres años implicaría ahorros de 447.000 millones de dólares, equivalente al 17 por ciento del presupuesto federal.

Según el Journal, esos ahorros quedarán probablemente neutralizados por el aumento en los desembolsos en aquellos apartados de los gastos discrecionales que EE.UU. planea mantener intactos.

«Dado el gasto sin precedentes de los demócratas de Washington esto es como anunciar que uno se pone a dieta después de haber ganado un concurso para comer pasteles», afirmó el martes el portavoz de John Boehner, líder de la minoría republicana en la Cámara de Representantes.

La Casa Blanca reconoce, por su parte, que los recortes afectarán tan solo a una pequeña parte del gasto, pero insiste en que la disciplina fiscal tiene que empezar por alguna parte.

La residencia oficial sostiene, además, haber alcanzado un 60 por ciento de los recortes por valor de 11,5 billones de dólares previstos para el presente año fiscal, que acaba en septiembre.

El objetivo de Obama es reducir el déficit desde el 10 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) a la mitad para el año 2013, lo que todavía representaría unos 800.000 millones de dólares.

El déficit federal estadounidense sólo ha subido por encima del cinco por ciento del PIB en cuatro ocasiones desde finales de la II Guerra Mundial.

Los demócratas quieren restaurar la disciplina fiscal que se olvidó durante la presidencia de George W. Bush (2001-2009), pero insisten también en la necesidad de actuar con cautela hasta que la economía vuelva a pisar terreno firme.

Para determinar la mejor forma de operar en ese frente, Obama ha propuesto formar una Comisión Fiscal bipartidista, un panel de demócratas y republicanos dedicado a formular propuestas concretas para reducir el déficit.

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