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Las FARC entregan pruebas de vida de dos de sus rehenes más recientes

Se trata de dos videos que fueron grabados en espacios que tenían como fondo una tela de uniforme de fatiga y, en las mismas, ambos uniformados recuerdan la mayor parte del tiempo a sus familiares.


Las FARC entregaron este martes pruebas de vida del mayor de la policía Guillermo Javier Solórzano y del cabo del Ejército Salín Antonio Sanmiguel, dos de los rehenes más recientes en poder de la guerrilla.

Los videos de los dos uniformados llegaron en un disco compacto a la emisora de Caracol Radio en la ciudad de Cali (suroeste).

El cabo Sanmiguel fue secuestrado el 23 de mayo de 2008 en el departamento del Tolima (centro), mientras el mayor Solórzano fue privado de la libertad el 4 de junio de 2007, entre los municipios de Florida y Pradera (suroeste).

«Esperamos que los nuevos vientos en la política (…) nos ayuden a salir de estas selvas», dijo Sanmiguel en referencia a las elecciones presidenciales del próximo 30 de mayo.

El militar pidió mantener el apoyo a la mediadora ante las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para la liberación de rehenes, la senadora opositora Piedad Córdoba, con el objetivo de que siga buscando su liberación.

«Sigan apoyando a la senadora Piedad Córdoba, aunque mi sentido militar me impide hacerme partícipe de algún partido en especial. Apoyen a la senadora Piedad Córdoba, que es la que nos ha estado colaborando en todas estas gestiones», dijo.

Pidió además a la Iglesia católica no interrumpir a sus familiares que realizan jornadas en las que piden por la liberación de los policías y militares secuestrados por las FARC.

«Por favor entiendan el dolor de nuestras familias y, aún más, no jueguen con ellas», subrayó.

Solórzano aseguró, por su parte, que el hombre «tiene dos vidas, una que sufre y otra que resiste», al reclamar al Gobierno y a las partes en conflicto en Colombia llegar a un acuerdo humanitario de canje de rehenes por guerrilleros presos.

Las pruebas de vida, de 6,20 y 4,50 minutos, fueron grabadas en espacios que tenían como fondo una tela de uniforme de fatiga y, en las mismas, ambos uniformados recuerdan la mayor parte del tiempo a sus familiares.

«Nosotros morimos todos los días un poquito», agregó el mayor de la policía, quien pidió a los colombianos luchar para que ellos no sean recordados como valientes hombres que fenecieron en cautiverio.

«Aquí seguimos esperando por nuestra libertad», agregó.

El oficial de la policía indicó que junto a los demás rehenes esperan que con el nuevo panorama político que se avecina se puede llegar a un acuerdo humanitario.

Por su parte, Noemí Julio, madre del mayor Solórzano, aseguró que desde 2009 no tenía información de su hijo.

Al conocer las pruebas, la mujer dijo a periodistas que tenía mucha «alegría de escucharle porque a pesar de su sufrimiento está muy fuerte».

Por su parte, Olga Valderrama, madre del cabo Sanmiguel, indicó tras conocer la prueba de vida que es una bendición de Dios.

«Es una noticia espectacular, estoy dichosa de que mi hijo está al menos vivo, lo pongo en manos del Espíritu Santo», agregó.

Las FARC tienen en su poder a 22 militares y policías que aspiran a canjear por sus hombres presos en cárceles de Colombia y Estados Unidos a través de un intercambio humanitario.

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