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«Guetos Verticales»: ¿Densidad o discriminación?

Francisco Sabatini
Por : Francisco Sabatini Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales PUC
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Ya pasado el “boom” mediático de los famosos “guetos” verticales de Estación Central, y lo que recientemente aconteció en esta misma esfera en la comuna de Santiago, bien vale la pena poner el asunto en perspectiva y analizarlo desde una reflexión que pretende ser más de fondo que contingente.

Las críticas a las altas torres de departamentos de Estación Central se centraron en su excesiva densidad y sus efectos sobre la privacidad; el uso de ascensores; la congestión de las calles y el espacio público; y en la agresión al patrimonio y calidad de vida del barrio, entre otros.

Incluso, el gobierno ha salido a la palestra enfatizando la densidad habitacional como causa de deterioro residencial. Cuando la Comisión de Vivienda del Senado discutió las torres de Estación Central, la ministra del Minvu, Paulina Saball, hizo reflexiones sobre los problemas que trae la “mala” densificación. De hecho, existe un programa gubernamental de demolición de conjuntos de vivienda con problemas sociales. El objetivo declarado de estos programas, en ejecución en varias ciudades del país, es reducir la densidad habitacional.

Sin embargo, los más de mil departamentos recién demolidos de la población Francisco Coloane en el sector de Bajos de Mena, de la comuna de Puente Alto, eran edificios de cuatro pisos y viviendas de 42 metros cuadrados. Tampoco han sido tan altos y densos los edificios demolidos en emblemáticos complejos residenciales de vivienda social en Norteamérica y Europa. Los, también, más de mil departamentos del conjunto Las Viñitas de Cerro Navia demolidos el 2012 bajo la administración del ex presidente Piñera, eran, asimismo, edificios de solo cuatro pisos.

Si algún día llegaran a demolerse algunas de las torres de Estación Central, su excesiva densidad seguramente habrá tenido que ver. Esas torres entregan un hábitat precario que probablemente seguirá precarizándose. Pensemos en un incendio o un temblor importante. La sensación de inseguridad física se irá sumando a las otras dimensiones de precariedad y previsiblemente los arriendos y precios de esos departamentos bajarán.

Sin embargo, no debemos perder de vista que el problema de fondo que tienen en común las demoliciones de vivienda multifamiliar que se ejecutan en distintos países no es la densidad, sino el haber sido vivienda signada por la discriminación y el estigma: vivienda para una categoría inferior de personas, espacialmente segregada o de estándar urbano sub-normal.

[cita tipo=»destaque»] Si algún día llegaran a demolerse algunas de las torres de Estación Central, su excesiva densidad seguramente habrá tenido que ver. Esas torres entregan un hábitat precario que probablemente seguirá precarizándose. Pensemos en un incendio o un temblor importante. La sensación de inseguridad física se irá sumando a las otras dimensiones de precariedad y previsiblemente los arriendos y precios de esos departamentos bajarán. [/cita]

Felices de poder acceder a una vivienda formal, los nuevos residentes de esos conjuntos se aferran a esa oportunidad, lo mismo en los conjuntos de vivienda social periférica que en los departamentos de las torres de Estación Central. Son personas que no han tenido mucho donde elegir. Pero, pronto después de mudados a los departamentos, cunde la insatisfacción y las ganas de irse, como lo corroboran estudios del propio gobierno chileno. La densidad puede contribuir a la precariedad del hábitat y la decadencia social, pero más importante es el estigma territorial y, en último término, la discriminación social.

El alcalde de Santiago, Felipe Alessandri, anunció recientemente que buscará invalidar el permiso de construcción del proyecto Carlos Valdovinos, en el Parque Las Moscas, con un total de 4.200 departamentos y que quintuplica la densidad máxima que el plano regulador fija para el sector. El Alcalde justificó así su decisión: “… nosotros estamos en contra de los ‘guetos verticales’, queremos darle dignidad a nuestros vecinos, queremos trabajar para que Santiago sea una comuna más amable que considere a las personas».

¿Por qué el Estado chileno no ha sido capaz de superar la instalación de los guetos y el deterioro social y material habitacional en no pocos conjuntos de vivienda social? Los grandes conjuntos de vivienda social han alojado el fenómeno del gueto en muchos países, pero mientras en los EEUU y en Francia las demoliciones parciales de esa vivienda se inscriben en programas de mezcla social, en Chile insistimos en la densidad.

La vivienda en torres de Estación Central representa una forma nueva de discriminación social en materia residencial. Es un estándar sub-normal o precarizado de hábitat resultante de una inexcusable decisión del municipio local de no tener plan regulador ni normas que limiten la altura de los edificios.

¿Ha sido éste un experimento neoliberal de alcaldes inspirados en la política de liberalización de los mercados de suelo de Pinochet de 1979, enfoque que, desde entonces, ha sido predominante entre los promotores inmobiliarios y sus gremios empresariales y ha influido en las políticas de los gobiernos? ¿Por qué el experimento no lo han aplicado alcaldes de igual filiación política en otras comunas de Santiago, donde mantienen normas que limitan la altura?

El Estado chileno, a escala nacional o municipal, falló en Las Viñitas, en la Francisco Coloane y, ahora, en las torres de Estación Central. Más allá de las cifras de construcción, de la reducción del déficit habitacional cuantitativo y del dinamismo inmobiliario, la discriminación social persiste y a ratos se esconde detrás de discursos y razones técnicas relativas a la arquitectura, a la desregulación de los mercados y la gestión de los planes reguladores. Requerimos más rigurosos criterios de equidad e inclusión social en nuestras ciudades y en la planificación urbana.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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