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Discriminación en Spa Mund

Por: Francisca Larraín Contador


Señor Director:

El 25 de agosto pasado celebré el cumpleaños de mi hija en el Spa Mund. El contrato establecía que dos adultos podían ingresar al sector de la piscina, por lo que nuestra nana Viviana, la cual es parte de nuestra familia, fue a acompañarnos quedándose en la cafetería del local.

Mientras las niñitas se bañaban, Viviana se tomó dos cafés. No permitieron que Viviana entrara al salón de celebración y tampoco que yo saliera a dejarle un pedazo de torta, por lo que se lo envié a la cafetería. Al entregárselo y sin ofrecerle algo de la carta, le dijeron que no podía estar en ese lugar porque no estaba consumiendo nada. Humillada, se tuvo que ir del lugar a comer su torta al camarín, cuando ella era una invitada más del cumpleaños.

Pedí reunión con Carlos Barría, gerente general del Spa Mund, para aclarar la discriminación que sufrió Viviana y para exigirle explicaciones. Como mínimo le solicité una carta de disculpas para ella. El señor Barría aceptó que el hecho era impresentable y me ofreció disculpas a mí, pero no a la afectada pues a su juicio “ello podría resultar una prueba en tribunales”.

No es primera vez que el Spa Mund se ve involucrado en hechos discriminatorios. Cómo olvidar a Jae Jin Yoo Lee, la mujer coreana a la que se le prohibió el ingreso al lugar por “los malos olores que emanan los coreanos producto de su alimentación” la cual ganó una demanda en la corte. Si queremos convertirnos en un país desarrollado, en que cada uno valga por lo que es, no podemos seguir permitiendo este tipo de injusticias, que sólo contribuyen al odio y a la desigualdad.

Francisca Larraín Contador

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