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Financiamiento de la cultura en Chile

Por: Gustavo Graef Marino


Señor Director:

¿Por qué, de pronto, han comenzado a levantarse voces insinuando recortar el financiamiento público a las producciones audiovisuales (por ahora) y que, sospechamos, se extenderán pronto a todas las expresiones artísticas? Si el objetivo es financiero, una breve reflexión: lo que solo se rige por análisis monetarios no necesariamente es relevante en el quehacer artístico, y particularmente en el audiovisual. No puede considerarse el desarrollo de esta industria con una mirada de mercado solamente. Si fuera así, una gran cantidad de obras maestras en la historia de la humanidad no existirían. Tampoco existirían significativas series producidas en Chile como «El reemplazante» o «Los archivos del Cardenal» o «Héroes Bicentenario»; todas ellas producciones de televisión de alta calidad que hoy se exhiben y estudian en colegios y que fueron financiadas mayoritariamente con fondos del CNTV.

El desarrollo de la industria audiovisual implica una mirada a largo plazo, de formación de audiencias, de valorización de lo propio, lo nuestro, lo chileno en ficción, documentales y animación en cine, televisión y otras plataformas digitales. En breve, educar. Hace apenas unos días el BancoEstado redujo a la mitad los fondos destinados por años a la distribución y difusión del cine chileno. Otro duro golpe al desarrollo y goce de la cultura en nuestro país. Nuevamente la mirada exclusivamente financiera se impuso. ¿Qué sucede con la Cultura y el interés por ella en quienes nos gobiernan? ¿Si tanto contribuye la Cultura a la Imagen País de Chile, por qué tanta mezquindad en su financiamiento? ¿Por qué tanto actuar errático que ya alcanzó los más altos estamentos del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio? ¿Quién está pensando la Cultura en las esferas gobernantes?

Gustavo Graef Marino

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