Señor Director:
La Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 24 de enero como Día Internacional de la Educación como una forma de relevar el papel que cumple la educación en el desempeño de la paz y el desarrollo de las naciones. Y es precisamente este último punto donde la Educación Superior Técnico Profesional (ESTP) cumple un preponderante rol al ser el tipo de formación que marcará el quehacer de Chile en los próximos 20 o 30 años.
Esta conmemoración se enmarca en un año indiscutiblemente complejo, tanto para instituciones de educación superior como –especialmente– para los estudiantes y sus familias, quienes se han visto seriamente afectados como consecuencia directa de la propagación del COVID-19. Pero, en una nueva muestra de flexibilidad, dinamismo y resiliencia, las instituciones técnico-profesionales supieron adecuar oportuna y responsablemente sus propuestas formativas al nuevo escenario a fin de dar cumplimiento irrestricto al compromiso formativo con sus comunidades educativas.
Resulta evidente, entonces, continuar potenciando a la Educación Superior Técnico Profesional para que cumpla un rol aún más preponderante en los necesarios procesos de reconversión de la fuerza laboral y preparación de jóvenes para su ingreso o reincorporación al mundo del trabajo. El aumento de la productividad, condición necesaria para impulsar el andamiaje económico del país de forma sustentable, es un proceso que debe involucrar activamente a nuestros CFT e IP dada su capacidad y experiencia en la formación de jóvenes y adultos trabajadores, en programas de estudios cortos y flexibles.
Sin embargo, al conmemorar el Día Internacional de la Educación sería mezquino centrarse sólo en lo importante que ha resultado la ESTP para el desarrollo del Chile que hoy conocemos, pues existe una necesaria mirada de largo plazo en la que cumplirá también un rol fundamental en la nación que necesitamos construir en el futuro inmediato.
Jorge Menéndez Gallegos
Rector CFT ENAC
Vicepresidente de Vertebral
