Señor Director:
Durante la presente semana, la Universidad de Chile conmemora ciento ochenta años desde su fundación, en 1842. Sin embargo, debieran celebrarse cuatrocientos años, pues la Casa de Bello sucedió a la Real Universidad de San Felipe, fundada en 1747, que a su vez sucedió a la Universidad Pontificia de Santo Tomás de Aquino, fundada en 1622 sobre la base de la escuela del Convento de Santo Domingo, en funcionamiento desde 1595.
¿Por qué mi alma mater no festeja por todo lo alto ni reivindica sus magníficos cuatro siglos de historia?
Juan Pablo Pinto Montero
Abogado