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Preparan película sobre fuga de la Cárcel de Alta Seguridad

Dirigida por el mexicano Bruno Madariaga, la película cuenta la historia de los cuatro frentistas fugados en helicóptero de la CAS. Efecto péndulo, basada en uno de los sucesos político-militares contemporáneos más relevantes de la historia del país, actualmente se encuentra en proceso de búsqueda de financiamiento.


El 30 de diciembre de 1996, cuatro miembros del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (Ricardo Palma, Pablo Muñoz, Patricio Ortiz y Mauricio Hernández) -dos de ellos autores del crimen de Jaime Guzmán-, fueron rescatados de la Cárcel de Alta Seguridad, en uno de los sucesos político-militares más impactantes y trascendentes en la historia de Chile.



Mediante un helicóptero Bell, de la empresa Lassa, secuestrado por frentistas, se sobrevoló sin ninguna dificultad el "aparentemente impenetrable" recinto penitenciario, dejando caer 15 metros de cuerda con un gran canasto, donde los reos subieron apresuradamente, ante la impotente mirada de los gendarmes.

Producto de la espectacularidad de la operación "Vuelo de justicia" (nombre con el cual el FPMR denominó la fuga) y lo cinematográfico de los acontecimientos, el periodista y escritor, Dauno Tótoro, escribió un guión sobre la historia, con la idea de llevar a las pantallas de cine, tan inesperado suceso.



"Esta adaptación fue una idea que se produjo inmediatamente después de ocurrido el hecho noticioso. Ante los acontecimientos, determinamos junto a la productora Ceiba, que como pocos en la realidad política chilena, esta situación daba cuenta de un suceso histórico, de manera que era absolutamente narrable en lenguaje cinematográfico. Había que hacerlo", afirma el guionista Dauno Tótoro.



Para construir la historia, el periodista y escritor se basó en información de prensa, investigaciones propias y principalmente en el libro "El gran rescate", escrito por uno de los reos fugados, Ricardo Palma Salamanca. "El texto te otorga, sobre todo, un gran acercamiento a los ambientes interiores de la cárcel, la vida cotidiana y los hechos puntuales sobre el rescate. Me ayudó mucho", comenta.



"En el guión, anexé una historia dramática paralela, que funciona como antagonista. Y tiene relación con cómo las fuerzas de seguridad de inteligencia del Estado están cerca de la pista de este posible plan de rescate, pero siempre un paso atrás de los frentistas. Pero fundamentalmente, el origen del guión y del proyecto en general es, además de poner atención en la operación de rescate, tratar de utilizar estos medios como pretexto para contar cómo está nuestro país hoy y cómo ha sido de duro el proceso de transición".



Efecto péndulo, en su eje central, en términos dramáticos, desarrolla el plan de rescate, tanto del operativo que se ejecuta al anterior de la cárcel, como del grupo de presos que participa y encubre a los frentistas para ser sacados del recinto penitenciario. "Gran parte del desarrollo dramático de la película tiene que ver con la vida al interior de la cárcel, cómo viven adentro, cuáles son sus conversaciones, dilemas, anhelos, frustraciones, y lo mismo por parte de sus compañeros que están afuera y de qué forma planearon el rescate a lo largo de un año de desarrollo", comenta el guionista.



Según Dauno Tótoro, el filme además deja de manifiesto la evidente ineficiencia del organismo de policía y las fallas de seguridad de la Cárcel de Alta Seguridad. "Es absolutamente normal que cuando se tienen encarceladas a personas que se relacionan con organización políticas o militares, hay una presunción permanente de un intento de fuga. Una de las tareas del preso revolucionario es escaparse. Tanto el Estado como los organismos indicados para la protección del recinto, determinaron que no había en Chile ninguna organización político-militar capaz de desarrollar un rescate por vía aérea, y por tanto, esa variante no se protegió".



Efecto péndulo es un trabajo que lleva cinco años de desarrollo, más de diez versiones de guión y un cambio de director. Pablo Perelman (Imagen latente) fue el escogido, en primera instancia, para dirigir la cinta -ahora sería el mexicano Bruno Madariaga-, sin embargo, incompatibilidades con el equipo de producción lo dejaron fuera del proyecto. "Pablo tenía una mirada distinta de los hechos históricos y no hubo coincidencias en ese sentido. Pero en realidad, creo que abandonó el proyecto porque se dio cuenta que se estaba metiendo en algo que le podía generar problemas", señala el guionista.



Actualmente, Dauno Tótoro y la productora Ceibo mantienen conversaciones con España y México para realizar coproducciones que les permitan producir el proyecto. "En Chile no hemos tenido el apoyo suficiente y hubo que salir a buscarlo afuera. Actualmente esperamos la respuesta de México y España".



"Actualmente nos falta plata para comenzar a filmar, y lamentablemente nos hemos encontrado en Chile con una falta de voluntad absoluta para participar en el proyecto. En este país la gente le tiene miedo a su historia, le tiene miedo a "pisarse los callos", tiene miedo de molestar. Prefieren, meterse con temas que son de reconocidos gusto comercial, antes que embarcarse en un proyecto que explora nuestra realidad", asegura Tótoro.



La participación de actores internacionales en el largometraje, no es un tema que inquiete a Tótoro, quién señala, "queremos potenciar la participación de actores chilenos por un tema de realismo. Pero eso no significa que también, por efectos de las necesidades de distribución, de promoción y de coproducción extranjera, tengamos que ceder cuotas importantes en relación a los actores. Con lo que no tenemos ningún problema en la medida que los actores sean buenos y los papeles no se pierdan".



Para el guionista, la falta de compromiso con causas cinematográficas menos comerciales, pero que exploran más en profundidad lo que somos los chilenos, es un factor que estanca el cine nacional. "Quienes tienen la capacidad de financiar los proyectos, son los que tienen miedo de abordar otras temáticas. Creo que eso hay que romperlo o nos vamos a ir quedando atrás en todo. Este país ofrece una gran variedad y cantidad de temas profundos por tratar, pero nadie se atreve, porque finalmente se prefieren quedar en los chistes. Creo firmemente que un suceso tan importante como este, un hito en la historia policial y política chilena, es de suma importancia llevarlo a la pantalla".

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