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«Espero que todos entendamos que tenemos responsabilidades mayores»

Actual timonel del socialismo asegura que lo que corresponde ahora, antes que una ola de descalificaciones, es esperar la resolución del Tribunal Supremo en torno a las acusaciones de irregularidades durante el desarrollo de las elecciones internas. Apela al espíritu unitario y asegura que trabajará para que cicatricen las heridas que pudieron abrirse durante la campaña.


Aunque en la tarde del lunes el Partido Socialista permanecía dividido esencialmente entre los triunfalistas y los descontentos con los resultados de las elecciones de la colectividad, su presidente, Ricardo Núñez, no se dejaba ganar por ninguna de las sensaciones y permanecía, cauto, a la espera del desarrollo de los escrutinios y el papel del Tribunal Constitucional.



Según los últimos cómputos entregados a la prensa, el senador de la Región de Los Lagos y líder de la tendencia denominada Nueva Izquierda, Camilo Escalona, se perfilaba como el vencedor en los comicios del pasado domingo, con un 47, 83% de las preferencias, en tanto su rival más cercana, Isabel Allende -representante de la mayoría de la Megatendencia más el Nuevo Socialismo-, alcanzó el 36,61% de los sufragios. Ante este panorama, los primeros optaron por la proclamación de Escalona como nuevo líder del PS -pese a que aún no son contabilizados todos los votos-, en tanto que quienes apoyaron a la diputada advertían que no hay nada definido todavía.



"Nadie llega al 50 por ciento. Por lo tanto, no hay ganador, porque esto significa que queda abierto para después del Comité Central", aseguraba la parlamentaria, pidiendo cautela a su rival.

Paralelamente, el apoderado de la lista de Isabel Allende, Gonzalo Martner, denunció una serie de irregularidades en las comunas de San Miguel y El Bosque, además de un militante que habría votado dos veces.



Frente a esta situación, la cabeza del PS, quien en esta ocasión iba en la lista de Escalona, asegura que hay que confiar en las instancias superiores de la colectividad para atender tales reclamos. "El Tribunal Supremo determinará lo que debe hacerse en las situaciones puntuales en las que ha existido dudas, sobre la base de los antecedentes. Lo que corresponde ahora es esperar que el Tribunal Supremo -ojalá en el transcurso del día- tenga la información que corresponda", expresó.



Un partido trizado



El partido se encuentra, en este momento, dividido entre los triunfalistas y los cautos. ¿Cuál es su sensación?
-No acostumbro medir las situaciones políticas por estados de ánimo. Es de esperar que nuestras instituciones funcionen, entre ellas el Tribunal Supremo, que es la que tiene que determinar exactamente el porcentaje que sacó cada lista, el número de miembros del comité central que va a ser electos tanto nacionalmente como por cada una de las regiones. La situación es de espera activa, y de confianza en que vamos a tener una elección en general bastante transparente.



-¿No tiene aprensiones respecto de que Isabel Allende pueda hacer una alianza con los bloques minoritarios, que haga peligrar el triunfo de Camilo Escalona?
-Los "acuerdines" no forman parte de mi estilo de entender la política. No sé cuáles son los acuerdos que puedan hacerse, pero ojalá esto se haga sobre la base de ideas, de valores, de principios y de programas, y no sobre conveniencias de carácter personal.



-Respecto de las acusaciones de irregularidades y de segundos votos, ¿no se teme que puedan cambiar el panorama actual?
-Todas esas acusaciones, que ojalá sean fundadas, serán procesadas por el Tribunal Supremo, que a todos nos da garantías por la pluralidad de tendencias que esta instancia representa.



Acusaciones de grueso calibre



-Durante la campaña se hicieron algunas acusaciones que probablemente después de las elecciones van a quedar doliendo. ¿Cómo se van a sanar esas heridas?
-Mientras sea presidente del partido voy a jugar el mismo rol que he jugado siempre: buscar que las diferencias no lleguen a las descalificaciones personales, que los entendimientos al interior del partido realmente se consoliden, que se estructuren direcciones -a todos los niveles- que reflejen la pluralidad del Partido Socialista. Espero que todos entendamos que tenemos obligaciones y responsabilidades mayores en el plano nacional, y si puedo jugar un papel, por cierto lo voy a hacer, independiente de la posición política que adopté, de la que me siento tranquilo.



-¿Hay garantías de que la política del Partido Socialista dentro de la Concertación va a seguir la misma línea, independiente de lo que suceda internamente?
-No escuché durante la campaña a ningún sector del partido que esté por cuestionar el rol de la Concertación; por el contrario, al interior del Partido Socialista hay una poderosa y mayoritaria corriente concertacionista, que entiende que es la alianza fundamental para el destino progresista de nuestro país.



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