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El complicado segundo tiempo de Expansiva tras cónclave de San Jorge

Miguel Paz
Por : Miguel Paz Subdirector de El Mostrador
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En la reunión de 4 horas de anoche, Jorge Marshall iba a explicar al consejo ampliado de Expansiva los alcances del acuerdo de fusión con la UDP, pero acabó pidiendo la desaparición de la instancia que agrupa a unos 90 profesionales. Marshall, que fue secundado por Eduardo Bitrán, sugirió que el consejo se transforme en una asociación de expertos. Patricio Navia respondió que eso era como invitarlo a "un funeral". Después de la última cena, lo que queda de Expansiva se va a la UDP para tratar de


Anoche tras una maratónica reunión de casi cuatro horas en el estadio San Jorge, que comenzó a las 19:30 y concluyó pasadas las 23:00 horas, Expansiva dijo adiós a su consejo ampliado.

La instancia que agrupa a cerca de 90 profesionales, incluido el directorio y la dirección ejecutiva del think tank creado en 2002 por el actual ministro de Hacienda Andrés Velasco, no tenía ningún poder de decisión real al interior de Expansiva pero «era su capital social y simbólico para establecer redes amplias», reconoce uno de los asistentes al cónclave.

La medida se tomó luego que la semana pasada se hiciera público el convenio firmado por el presidente de Expansiva Jorge Marshall y el rector de la Universidad Diego Portales (UDP) Carlos Peña para formar un Instituto de Políticas Públicas conjunto que, en la práctica implica la fusión del centro virtual de pensamiento «progre» liberal con esa casa de estudios.

Debido a ello se levantaron voces disidentes del consejo que en privado cuestionaron haberse enterado por los diarios de las tratativas secretas de Marshall (conocidas únicamente por el directorio de Expansiva y Andrés Velasco) con la UDP. Además, plantearon el problema objetivo que supone el acuerdo para miembros de Expansiva que son académicos e investigadores de universidades como la U. de Chile, la UC y la Adolfo Ibáñez, con las cuales la Portales compite por influencia y prestigio.

Pollo con verduras y baja asistencia

Para la cena de anoche se esperaba una alta convocatoria, ya que Marshall respondería a las críticas, dadas a conocer ayer en la mañana por El Mostrador, y explicaría los detalles de la fusión de Expansiva y la UDP. Pero sólo concurrieron 20 de los casi 90 miembros del consejo ampliado del centro de estudios virtual.

Salvo Marshall, el presidente del Consejo de Innovación Eduardo Bitrán, el cientista político Patricio Navia, los directores Alfredo Joignant (cientista político), Javier Couso (abogado), Uca Pérez (ingeniero) y Jaime Gatica (economista), el resto de los comensales no era del núcleo «históricos».

La comida partió pasadas las 19:30 en un salón del estadio del BancoEstado. Se sirvió pollo con verduras salteadas, vino tinto y torta o fruta de postre. La mesa fue dispuesta en forma de U: al centro estuvo Marshall, a un lado, Couso y Joignant, y al otro, Bitrán. Los otros asientos fueron llenados por Navia, Gatica, Uca Pérez, la ex ministra de Defensa Vivianne Blanlot, el abogado y asesor de Jaime Ravinet, Jorge Navarrete Poblete y el académico de la Facultad de Economía de la U. de Chile Aldo González, entre otros.

Marshall explicó que Expansiva mantendría su propia personería jurídica pese a que la corporación estará alojada en la UDP y se mantendrá con financiamiento de la casa de estudios y los fondos para investigaciones que realicen allí. Entonces Aldo González y un arquitecto de la UC expusieron la incompatibilidad para ellos que la corporación ahora sea Expansiva-UDP.

Según un testigo de la comida, Bitrán salió en defensa de Marshall y puso las cosas simples y claras. «Dijo que si es así, el consejo ampliado de Expansiva no puede seguir existiendo». El ex titular de Obras Públicas fue respaldado por Blanlot, Joignant y Couso. Además, Marshall y Bitrán terminaron haciendo la sugerencia de que para que «no se perdiera la energía del consejo ampliado», este deviniera en una asociación de profesionales de las políticas públicas.

Ahí «Navia dijo que eso era como invitarlo a un funeral y luego intentar convencernos de que hay vida después de la vida», relata otro de los asistentes. Pese a lo anterior, añade, el columnista propuso ratificar la decisión de la directiva, votada por la mayoría, «porque más valía suicidarse a que te maten de afuera».

Los únicos que se abstuvieron de votar fueron González y Navarrete. El argumento esgrimido por el panelista de «Estado Nacional» a la salida del cónclave fue que le parecía una buena idea para la UDP y una mala idea para Expansiva. En alusión a versiones citadas ayer por este medio, durante la comida Marshall dijo rechazó que el negocio fuera malo.

Adiós a los feligreses

La reunión de anoche fue el punto de inflexión en la movida historia de la corporación, nacida en 2002 durante un encuentro e Harvard convocado por el entonces académico de la institución norteamericana Andrés Velasco.

Tras seis años de existencia y una participación irregular de algunos de sus miembros en el gobierno de Michelle Bachelet, al eliminar su consejo ampliado «Expansiva pierde parte de su poder simbólico y capacidad de estructurar redes», vaticina uno de los presentes en la primera hora del think tank en Boston.

La escasa asistencia a la última cena de Expansiva ratifica la dispersión de las huestes del centro virtual de pensamiento: la eliminación del consejo no hace sino oficializarla.

¿Cuánto pierde el think tank? «El directorio era el liderazgo y el consejo, los feligreses. Pero recuerda que a las iglesias las hacen los miembros, no los curas», reconoce uno de los «expansivos» que se suman a la UDP para tratar de reinventarse.

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