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Director de Fonasa renuncia por «razones personales»

Director de Fonasa renuncia por «razones personales»

Desde el Ministerio de Salud confirmaron la información e hicieron un reconocimiento a Mikel Uriarte quien se desempeñó durante tres años en el cargo y bajo cuyo mandato aumentó la cobertura al 80% de los chilenos. Sin embargo, al interior del rubro de la salud su estilo era altamente cuestionado.


El director nacional de Fonasa, Mikel Uriarte, dio a conocer este lunes su renuncia la cual justificó por «razones personales».

La autoridad envió a sus colaboradores una carta donde señala que «Para mí en lo personal estos tres años han sido de grandes esfuerzos, pero siempre muy gratos. Los hechos demuestran que hemos logrado grandes metas y muy positivas para muchas personas. Además, nuestra institución queda en un momento de gran posicionamiento y prestigio». Por último, en el documento agradece a los funcionarios por su labor y se despide asegurando que «todavía se puede avanzar mucho en beneficio de nuestros asegurados».

Durante la mañana, desde el Ministerio de Salud confirmaron la información y señalaron que la renuncia se debe a una «búsqueda de nuevos desafíos personales». En la cartera rescataron además la labor de Uriarte en la modernización del organismo. Bajo su mandato, el número de asegurados en el sistema público de salud aumentó considerablemente, totalizando más de 13,4 millones de personas y abarcando al 80% de la población chilena.

Uriarte se mantuvo durante tres años en su cargo al interior de Fonasa. Antes de eso, se desempeñaba como presidente de la Asociación de Aseguradores de Chile. Es ingeniero comercial de la Universidad Católica y fue también director del Teatro Municipal. Se desempeñó como presidente de Compañías de seguros Cruz del Sur, presidente y fundador de Mapfre reaseguros y fue intendente en la Superintendencia de Valores y Seguros.

Un estilo diferente

Tras su arribo a la institución, Uriarte llamó la atención del sistema de salud por su estilo particular para llegar a acuerdos. En 2010, a varios sorprendió la silenciosa ronda de reuniones con clínicas  y laboratorios en las que buscaba, mediante un pago expedito, rebajar hasta en un 50% la millonaria deuda que entonces mantenía el Fondo Nacional de Salud. Esto desató el pánico siendo el Ministerio de Salud uno de los compradores más importantes, alcanzando entonces entre el 30% y el 60% de las ventas de las clínicas privadas, según lo constató el representante de una clínica que se reunió con Uriarte.

Entonces, el nuevo director de Fonasa fue criticado por la forma que tenía de aproximarse a las empresas. A los laboratorios les decía “se portan mal” citando como ejemplos -siempre en términos generales- los viajes que les financian a los médicos o cómo se presentan a las licitaciones usando el nombre de un proveedor indio de gran calidad y terminan despachando medicamentos de otro de baja calidad, con la consiguiente ganancia para el laboratorio.

Sin embargo, a diferencia de sus antecesores, tras su arribo Uriarte tenía todas las facultades para negociar en nombre del Estado. En aquel entonces, ministro de Salud, Jaime Mañalich, decidió convertir a Fonasa en el único recaudador y pagador, usando el argumento de que la ley faculta al servicio, dado que administra los seguros de salud de 12, 5 millones de beneficiarios.

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