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Montes se desmarca de la reforma educacional y critica a Eyzaguirre por la forma en cómo ha manejado la discusión del proyecto Senador PS dice que la mayoría de los colegios que aparecen «con fines de lucro no tienen lucro»

Montes se desmarca de la reforma educacional y critica a Eyzaguirre por la forma en cómo ha manejado la discusión del proyecto

«Creo que se puso un énfasis muy parcial: decir que hay que terminar con el lucro, y (presentar) una serie de artículos para ver cómo se iban a comprar colegios. Desde siempre he pensado que eso no es una buena idea. El lucro hay que terminarlo, pero no necesariamente el camino es comprando los colegios», expuso el legislador oficialista.


El senador socialista Carlos Montes mostró reparos al enfoque que el gobierno le está dando a la reforma educacional, cuestionando de paso al ministro del Mineduc, Nicolás Eyzaguirre, por la forma en cómo está llevando la discusión del proyecto, afirmando que «ha cometido errores bien importantes en el lenguaje».

El legislador oficialista señala en una entrevista en El Mercurio que expresa reparos a la compra de colegios que pretende realizar el gobierno de Michelle Bachelet, añadiendo que ha faltado diálogo con el Ministerio de Educación.

Montes señala que le sorprendió cuando la mandataria nombró a Eyzaguirre a cargo de la cartera de Educación, «porque él no ha estado en el tema, no lo conocía. Es muy inteligente, sabe muchas cosas, pero bueno, aquí está ahora, está metido a la cabeza de este caballo chúcaro».

En cuanto a los cuestionamientos, el senador explica que «creo que ha cometido errores bien importantes en el lenguaje, o sea, hacer una referencia a los ‘patos malos’ de los alumnos de ciertos lados… En fin, ha habido distintas cosas que espero que muy pronto se terminen».

Además, sostiene que es necesario que el ministro debe hacer ajustes y precisiones en el enfoque, porque «en algún momento se entendió que primero eran las reformas en estos conceptos generales, en la organización del sistema, en desmercantilizar…».

«La vida está demostrando que hay que hacer las cosas simultáneamente: los cambios al lucro; empezar a discutir la nueva institucionalidad, el nuevo sistema de financiamiento de la educación pública, y ver la política nacional docente. Y, en tercer lugar, hay que estar en las escuelas empujando el aprendizaje de los niños», agrega.

En cuanto al diagnóstico que se ha hecho de que el proyecto no se comunicó bien, Montes señala que no es así, sino que es un problema de «pulir el enfoque, porque usted no puede entrar a cuestionar la lógica de un sistema sin empezar a avanzar en generar alternativas para mover y desarrollar esta nueva educación pública».

«Creo que se puso un énfasis muy parcial: decir que hay que terminar con el lucro, y (presentar) una serie de artículos para ver cómo se iban a comprar colegios. Desde siempre he pensado que eso no es una buena idea. El lucro hay que terminarlo, pero no necesariamente el camino es comprando los colegios. ¿Por qué? Hay que comprar colegios de acuerdo a lo que se requiera para fortalecer la red pública si hay zonas donde no hay colegios, y tener una facultad para poder negociar y ponerse de acuerdo. Pero si hay otras zonas donde hay un excedente de colegios particulares subvencionados, ¿por qué se van a hacer cargo el Estado de esos colegios? Es absurdo», expuso.

Añade que está convencido de que la mayoría de los colegios que aparecen legalmente con fines de lucro no lo tienen, porque tener lucro significa tener un excedente muy alto y retirarlo como utilidad, «y la mayor parte de los colegios no tienen eso. Es imposible que un colegio de menos de 500 alumnos tenga lucro, por ejemplo. Antes de tomar una medida así, desde mi punto de vista, habría que determinar cuáles realmente tenían lucro».

En ese sentido, Montes explica que faltó más debate político sobre cuáles eran las transformaciones estructurales que había que hacer y cuál era la estrategia de las mismas, mencionando que «no fue bueno que los partidos políticos no opinaran en ese momento. Además, la otra discusión es cuál es el concepto de educación y de calidad de educación. No podemos seguir con este concepto de educación y de calidad de educación, el Simce no puede ser lo que se entiende por educación y al que le va bien aparece como un buen colegio. Aquí lo que importa es cómo se desarrollan los niños».

Dentro de la entrevista, el senador socialista también se lanza contra algunos dirigentes y religiosos que han criticado la reforma, asegurando que «hoy mucha gente grita, pero poco se preocuparon cuando estaba en deterioro tan fuerte la educación pública, y eso se lo digo con mucha fuerza a José Joaquín Brunner, a Mariana Aylwin y al cardenal Ricardo Ezzati».

Respecto a la agenda corta que presentó la Presidenta Michelle Bachelet, Montes cree que se puso en evidencia una vacío en el diseño, explicando que «la educación pública estaba de cabeza para el futuro, pero si esto no iba simultáneo resulta incomprensible. E incluso tengo que reconocer que  parte de la derecha lo entendió así también. No puede ser que ya estemos en el 30 y tantos por ciento de la matrícula».

«Y terminó siendo una tremenda amenaza para lo otro, porque hay mucha gente con miedo en materia educacional: los apoderados y los dueños de los colegios están con miedo, los alumnos, algunos, no saben para dónde viene la cosa, porque se plantearon las cosas de una manera que no iba acompañada de otras medidas», explica.

Asimismo, sostiene que todo el movimiento que se ha dado en torno a la reforma educacional no es responsabilidad de la derecha, sino que es un «problema que se desencadenó producto de cómo fueron percibiéndose las cosas».

Respecto al área gris que expuso el timonel de la DC, Ignacio Walker, en los colegios con copado de entre $42 mil y $83 mil pesos, el legislador oficialista señala que «le diría a Ignacio Walker que no lo vi nunca preocuparse cuando fueron 170 colegios particulares pagados que sacaron la cuenta de que les convenía más venirse al financiamiento compartido. Respecto a que habría un área gris, creo que hay colegios a los que tiene que dárseles un periodo de transición para definir su proyecto. Eso no significa que el Estado los tenga que comprar. En el fondo aquí falta reconocer que el mecanismo de compra de colegios no es la reforma, porque eso es lo que generó mayor confusión. Yo personalmente creo que ese artículo hay que modificarlo completamente y hacer una facultad bajo determinadas condiciones».

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