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Las confesiones de Piedrabuena: ex Fiscal Nacional desclasifica la “protección indebida” de la iglesia en casos de abusos sexuales PAÍS

Las confesiones de Piedrabuena: ex Fiscal Nacional desclasifica la “protección indebida” de la iglesia en casos de abusos sexuales

En una columna publicada este martes, el ex jefe del Ministerio Público saca a relucir casos como el de un sacerdote que abusaba sexualmente de personas moribundas que recibían la extremaunción, otro religioso acusado de abusar de niños con síndrome de Down o el de un franciscano que se bañaba desnudo junto con un acólito y le hacía tocaciones. Dichos episodios ya formaban parte de su libro «Memorias del Primer Fiscal Nacional”, pero el texto fue publicado en 2011, una época en que los tema de los aberraciones sexuales del clero aparecía casi invisibilizado en la agenda país.


El ex Fiscal Nacional Guillermo Piedrabuena, desclasificó al menos tres episodios que le tocó vivir como jefe del Ministerio Público, que demuestran la actitud de la Iglesia católica chilena de urdir un manto de impunidad en los casos de abusos sexuales protagonizados por miembros del clero.

“Como Fiscal Nacional del Ministerio Público, 1999 a 2007, tuve conocimiento de varios episodios en la Iglesia Católica que impactaron mi conciencia, y en todos ellos observé una conducta errónea de algunas autoridades eclesiásticas para impedir que los procesos por abusos llegaran hasta el final, sin aplicar las sanciones correspondientes”, señala el abogado en una columna publicada este martes en El Mercurio titulada “Protecciones indebidas”.

Piedrabuena añade que “en estos episodios me pareció observar procedimientos para proteger o al menos silenciar los casos de sacerdotes que se apartaban de sus deberes. Recientemente, por la prensa y TV nos hemos impuesto de otros casos semejantes que revelan impunidad”.

Los casos ya aparecen relatados en su libro «Memorias del Primer Fiscal Nacional”, publicado al año 2011, pero en ese momento no tuvieron ningún eco, lo que da cuenta cómo el tema de los abusos sexuales de la iglesia estaba invisibilizado en la agenda país.

Casos como el de un sacerdote que abusaba sexualmente de personas moribundas que recibían la extremaunción, otro religioso acusado de abusar de niños con síndrome de Down o el de un franciscano que se bañaba desnudo junto con un acólito menor de edad y le hacía tocaciones, son parte de estos hechos revelados por Piedrabuena.

Caso a caso

Piedrabuena recuerda que en el año 2002 hubo un proceso en Coquimbo tras una denuncia en contra de un sacerdote por abusos deshonestos cometidos en contra de personas moribundas que recibían la extremaunción.

Señala que el Tribunal Oral lo había condenado y la Corte de La Serena lo había absuelto, pero la Corte Suprema, en un fallo redactado por el ministro Milton Juica lo condenó.

“Una autoridad eclesiástica de otra región me insinuó que los testigos de los abusos eran hostiles al sacerdote, porque eran creyentes evangélicos y me trató de convencer de que el rito de la extremaunción requería del sacerdote que hiciera tocaciones en el cuerpo del enfermo grave, pero nunca pude ver ninguna instrucción eclesial en cuanto al pretendido rito”, revela Piedrabuena.

Otro caso relatado por el ex Fiscal Nacional es el de un franciscano de la Región de La Araucanía que se bañaba desnudo junto con un acólito menor de edad y le hacía tocaciones. “El fiscal de Carahue, con acuerdo de alguna autoridad de la Iglesia, manifestó su disposición para trasladar al sacerdote a Colombia y optó por llegar a una suspensión condicional que establecía la obligación del imputado de abandonar el país por tres años. La Fiscalía Nacional y su División de Víctimas estuvieron absolutamente en desacuerdo con esta suspensión, porque la salida obligada del territorio nacional no podía constituir una condición aceptable. Sin embargo, el fiscal adjunto decidió llevarla a cabo y no escuchó nuestra recomendación”, indica Piedrabuena.

Otro episodio corresponde al de un sacerdote de la Congregación de Don Orione, en la Región de O’Higgins, acusado de abusos deshonestos en contra de niños con síndrome de Down. Piedrabuena señala que “la particularidad de este proceso estuvo en la circunstancia de que fuera defendido el imputado por uno de los mejores penalistas de Chile”.

El ex Fiscal Nacional añade que “recuerdo, además, que me fue a visitar una autoridad de la Iglesia para manifestarme su inquietud por la falsedad de los testimonios inculpatorios y por la parcialidad de la fiscal que llevaba el caso. Incluso más, me ofreció una carta de un capellán de Gendarmería que era ilustrativa al respecto y, en efecto, días después recibí la citada carta, en que se expresaba que la fiscal era «masona» y que tenía animadversión con la Iglesia, documento que archivé y nunca lo envié a la fiscalía”.

Este caso se resolvió, señala Piedrabuena, con una sentencia del tribunal oral que “validó las pruebas ofrecidas por la fiscalía, que eran contundentes, y condenó al sacerdote a una pena elevadísima de privación de libertad que debió entrar a cumplir”.

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