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De Urresti emplaza a Espina por imágenes del “Mamo” Contreras: “El Ejército no debería estar defendiendo a genocidas” PAÍS

De Urresti emplaza a Espina por imágenes del “Mamo” Contreras: “El Ejército no debería estar defendiendo a genocidas”

 “Lo que queremos es que el ministro Espina tome los antecedentes y la conducción, él es el responsable respecto de las Fuerzas Armadas y no puede ser que el Ejército haga esta apelación, aludiendo a consideraciones históricas que en nada tienen que ver con la realidad”, dijo el vicepresidente del Senado, Alfonso De Urresti (PS), quien envió una carta al titular de Defensa.


La negativa del Ejército de Chile para retirar las imágenes y placas correspondientes al “Mamo” Contreras fue duramente cuestionada por la oposición. Esta mañana, el vicepresidente del Senado, Alfonso De Urresti (PS), envió una carta al ministro de Defensa Nacional, Alberto Espina, para que retire su apelación judicial y entregue “una señal clara y nítida de que el Ejército de este siglo no seguirá cargando con los horrores cometidos por algunos criminales que alguna vez vistieron y deshonraron su uniforme”.

El parlamentario añadió que “el Ejército no debería estar defendiendo a criminales, no debería estar defendiendo a genocidas, debería defender la institución, que haga su trabajo como corresponde y tener una historia que no esté jalonada por estos criminales”.

Cabe recordar que el Ejército apeló a la decisión  judicial de la Quinta Sala de la Corte de Apelaciones que ordenó el retiro de las imágenes y placas correspondientes al ex jefe de la DINA que se encuentran ubicadas actualmente en la Academia de Guerra y en la Escuela de Ingenieros de Tejas Verdes.

En su argumento, el comandante en jefe del Ejército, general Ricardo Martínez, expresó que “mantener un registro propio de sus miembros, lo que data de 1810, permite mantener la historia militar de quienes han ejercido determinados cargos, sin importar su grado o desempeño y no constituyen bajo ninguna circunstancia actos de homenaje, honores, reconocimientos, conmemoración o exaltación de algún integrante del Ejército…”, citando tres ejemplos: las “expediciones bélicas” del héroe nacional y ex Director Supremo, José Miguel Carrera en 1820 hacia territorio argentino; el rol que le cupo al general Roberto Silva Renard en la Masacre de la Escuela Santa María de Iquique, en 1907; y el del general de Carabineros Humberto Arriagada Valdivieso en la denominada Matanza del Seguro Obrero, en 1939.

Para el vicepresidente del Senado, estos argumentos castrenses resultan inadmisibles. “Lo que queremos es que el ministro tome los antecedentes y la conducción, él es el responsable respecto de las Fuerzas Armadas y no puede ser que el Ejército haga esta apelación, aludiendo a este tipo de consideraciones históricas que en nada tienen que ver con la realidad, y hay una comparación con José Miguel Carrera. Usted entenderá que eso es inadmisible en una patria democrática en un país que aspira a reconciliarse con su pasado y a sancionar y a nunca más volver a repetir lo que sucedió. Por eso le pedimos formalmente que tome cartas en el asunto, que instruya a la jefatura del Ejército para poder enmendar esta situación”.

A juicio de De Urresti lo esperable es que una institución de la República como el Ejército no necesite de leyes ni de actos administrativos, ni de fallos judiciales, para hacer lo que “la inmensa mayoría del país esperaría: que si los actos cometidos por algunos de sus oficiales fueron actos individuales o excesos cometidos más allá de los lineamientos institucionales, como se ha venido repitiendo ininterrumpidamente en los Tribunales ante ciertos requerimientos,  el Ejército debiera ser capaz de eliminar de su historia, de sus procesos formativos, de sus conmemoraciones y homenajes a todos aquellos que han ensuciado el uniforme con sangre de compatriotas y que han sido sancionados por ello”.

El vicepresidente del Senado dijo además que se espera que el Ejecutivo, especialmente desde la cartera de Defensa, se tome cartas en el asunto y no se siga amparando esta situación. “No sirve de nada que exista un Plan Nacional de Derechos Humanos, si en las mismas salas donde se habla de estos principios universalmente compartidos y aceptados, existan placas y fotografías que enaltecen y honran a personajes siniestros de nuestra historia reciente, sobre todo cuando ya antes existió este debate debido a la denominación de medallas, bibliotecas y unidades militares”, finaliza la misiva.

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