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La permanente adolescencia de Piñera

La permanente adolescencia de Piñera


Ayer, Piñera le pidió a Obama sentarse en su escritorio, acto que generó diversas reacciones. Si esto fuera un hecho aislado, no pasaría de lo anecdótico, pero es un hito más de una actitud personalista del Presidente que ha ridiculizado la institución de su cargo.

 

Pareciera no entender que cuando viaja está representando a nuestro país, al sumar estos hitos a su lista de gustos personales, en un afán de medir todo en números, hechos particulares y rankings varios.

 

Al mismo tiempo, se debate la controvertida nominación del gobierno de la jueza Gloria Ana Chevesich para la Corte Suprema, en un intento de Piñera de dejar instaladas personalidades en distintos sectores de poder antes de que termine su gobierno.

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