Un restaurante ubicado en el borde costero de Dichato y una panadería en el centro de Tomé, fueron puestos en marcha este lunes gracias al apoyo de la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo), luego de haber sido afectados por el terremoto y maremoto de febrero 2010.
El restaurante Bahía Azul de Dichato, se vio obligado a cambiar su ubicación, lo que fue visto por sus propietarios como la oportunidad para ampliar sus capacidades productivas y mejorar las condiciones de atención para sus clientes.
Con una inversión de $48 millones y un subsidio de $14,6 millones, el proyecto permitirá la recuperación de seis puestos de trabajo, además de potenciar la oferta gastronómica del balneario y aportar al proceso de reconstrucción de esta localidad.
La panadería Crisol, con más de 28 años de experiencia en producción de pan, es otro de los locales que se pone de pie tras la catástrofe. La adversidad fue la oportunidad para su propietario, Enrique Ceballos de implementar un local de más de 200 metros cuadrados en pleno centro de Tomé.
Con una inversión de $80 millones y un subsidio de $37 millones, el negocio está enfocado principalmente al turismo y a los clientes que buscan una gastronomía innovadora, de calidad y profesional.
Respecto a la puesta en marcha de estos proyectos, el gobernador de la Provincia de Concepción, Carlos González, resaltó que «lo importante es levantarse y hacer que este país siga creciendo y que estemos mucho mejor de lo que estábamos antes del 27 de febrero. Acá hay un ejemplo de trabajo de esmero, de emprendimiento, donde existe una asociatividad importante entre los dueños, los trabajadores y el estado», enfatizó.
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