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Maltrato dentro de la sala de clases: niñas reciben más agresiones psicológicas y niños más agresiones físicas La mayor parte de las agresiones suceden adentro del aula

Maltrato dentro de la sala de clases: niñas reciben más agresiones psicológicas y niños más agresiones físicas

El primer reporte sobre las denuncias de maltrato entre estudiantes al interior de la sala de clases entregado por la Superintendencia de Educación, reveló varios datos interesantes. «La calidad de la educación se juega en la sala de clases», expresó la autoridad al presentar el estudio.


«¡Huacho! ¿Qué se siente no tener papá?», eso contaba Paola, la mamá de un niño que recibió acoso en el colegio San Ignacio durante casi dos años y que en 2017 decidió demandar, que fue la gota que rebasó el vaso para decidirse a hacerlo. Su hijo, contaba a Braga entonces, estaba tomando tres medicamentos, el más importante la pastilla para dormir y controlar los terrores nocturnos, que le provocaron las agresiones constantes a través de su computador, en el recreo, en la sala de clases.

Es que los maltratos, las agresiones, el bullying son temas que los escolares viven a diario. El primer reporte sobre las denuncias de maltrato entre estudiantes al interior de la sala de clases entregado por la Superintendencia de Educación, reveló que el 47,5% de las agresiones psicológicas y el 35,8% de las físicas se generan dentro de las mismas aulas.

Cuando se trata de maltrato físico, los hombres son los más afectados con un 60% versus un 40% de las mujeres. En cuanto al maltrato psicológico entre estudiantes, en cambio, se da en mayor medida en las mujeres (70%), que en los hombres (30%).

«Las agresiones psicológicas o indirectas son más frecuentes que las físicas, ya que estas son muchas veces más difíciles de detectar por los adultos, no dejan evidencias o incluso se esconden detrás de una broma», explicó el año pasado la psicóloga Javiera Astudillo, directora de KiVa en Chile, un programa antiacoso que se aplica en 9 de 10 establecimientos educativos en Finlandia y que en el país funciona desde el 2017 por iniciativa de Santillana y académicos de la Universidad de los Andes.

«En Chile tendemos a reírnos de los otros más que reírnos con los otros. O hablar a espalda de otros. Y usamos este tipo de estrategias para obtener mayor estatus social dentro de los pares, sin dimensionar las consecuencias a corto y largo plazo que se generan en las víctimas», dijo Astudillo a El Mercurio el año pasado.

Por eso, Sebastián Izquierdo, flamante superintendente de Educación, quiere poner el acento en lo que pasa dentro de la sala de clases: «Para un adecuado proceso de enseñanza-aprendizaje, necesitamos de condiciones propicias de buen trato y de respeto entre todos los integrantes de la comunidad escolar. ¿Qué hemos detectado en los dos últimos años, de acuerdo a las denuncias que nos llegan a la Superintendencia? Que la mayor parte de las agresiones físicas y psicológicas entre estudiantes, ocurren al interior de la sala de clases, hecho que levanta una alerta para todos y nos llama a tomar medidas de prevención para evitar que los conflictos escalen».

«¿Es posible que un estudiante pueda aprender adecuadamente si vive situaciones de maltrato?, ¿O que se atreva a volver a preguntar si alguien se burla de él? Por cierto, que no. Por eso es tan importante el respeto al otro y una buena convivencia en la escuela», enfatizó, al afirmar que la Superintendencia de Educación se preocupa, en esta materia, que los establecimientos cuenten con reglamentos internos, protocolos de actuación, encargados de convivencia y plan de gestión. Y, además, recibe las consultas, reclamos y denuncias ante eventuales vulneraciones a la normativa.

“La calidad –dijo- se juega no solo en los indicadores cognitivos, sino que también en el desarrollo personal y social, en la autoestima, clima de convivencia escolar, participación ciudadana y hábitos de vida saludable, entre otros”.

En materia de maltrato físico entre estudiantes, al interior de la sala de clases, el informe revela que los tipos más frecuentes obedecen a golpes sin uso de objeto adicional al propio cuerpo (26,98%), puñetes o golpes (20,63%) y lanzamiento o uso de un objeto (12,7%); que las agresiones con objeto representan menos del 5%; que los cursos con más denuncias son tercero y quinto básico, con un 21% y 14% respectivamente.

En cuanto al maltrato psicológico entre estudiantes, el informe precisa que los tipos más elevados son las amenazas y/o acosos (39%), seguidos de insultos y garabatos (19%) y burlas y descalificaciones (18%); que los cursos más afectados –al igual que en el maltrato físico- se encuentran en el segundo ciclo de la educación básica: Octavo (14%), Sexto (13%) y Quinto y Séptimo con un 12% cada uno.

«La calidad de la educación se juega en la sala de clases. Aquí están las herramientas para el desarrollo de los talentos, de las capacidades, del trabajo colaborativo y la buena convivencia, que es clave para el proceso enseñanza-aprendizaje. ¿Qué queremos como Superintendencia de Educación? En síntesis, una alianza estratégica de toda la comunidad escolar por una mejor educación, para todos ustedes y para todos los niños y niñas de nuestro país, centrando los esfuerzos, justamente aquí, en el aula», dijo Izquierdo.

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