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Ximena Jara y su visión particular del mundo en «Anatomía de la melancolía» Comentario de libros

Ximena Jara y su visión particular del mundo en «Anatomía de la melancolía»

Miguel Wolter
Por : Miguel Wolter Licenciado en Literatura UDP
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Se trata de un libro que habla de miedos y a ratos deja la sensación que es una forma de expurgar los malos momentos, acaso de auto flagelación. Es un libro para leer sin prejuicios, y con la mente abierta a sucesos que desentonen de la realidad habitual, y que tiempo después de pasada la lectura, se asoman a la mente como marionetas fantasmas puestas en escena.


A veces, escondidos entre muchos otros libros del estante, tenues, aparecen textos a los que se hace preciso volver para releerlos. No importa si ya tienen un tiempo de publicados o no están en su etapa de esplendor. Simplemente hace bien encontrarlos nuevamente y dedicarles un poco de tiempo. El de Ximena Jara es uno de ellos.

En treinta y tres relatos, distribuidos en seis capítulos, Ximena Jara (santiaguina, 33 años) presenta un universo de personajes y situaciones bastante peculiar. Anatomía de la melancolía es su primer libro, aunque previamente participó en una antología denominada Porotos granados, que tal como su título lo indica, es una visión abigarrada y diversa de distintos narradores, unos mejores que otros. En su actual libro, una composición de perspectivas breves, Ximena adquiere perfil propio. A medida que se internaliza el lenguaje que construye el libro aparece también el camino propio, con una distancia  subjetiva importante a lo anteriormente hecho.

La posición en la que se sustentan los personajes está bien marcada. Tristeza y desolación, y la alegría como trastorno, se manifiestan en cada línea de lectura, pero no llegan al punto de abatir al lector y cargarlo de esas impresiones. Se percibe oscuridad, y la transmisión de los sentimientos que catapulta una obsesión por las historias fallidas. Con una escritura breve y concisa, fuertemente cargada de simbolismos que hay que descubrir, el libro se deja leer en la medida que se está dispuesto a seguir indagando con experiencia propia en la realidad que las letras dejan en el papel.

El abanico de temas que se despliegan en el libro es variado. Pasan del retrato de las ausencias, los vacíos y de los sentimientos llenos de una nostálgica modernidad, al cuestionamiento de la fe, a la culpabilidad enfrentada a la carga emocional de la maternidad, para terminar en el miedo a lo cierto y su ausencia. Todo lo anterior, claro está, como una pincelada leve y fugaz de las muchas variantes que ofrece la lectura.

Anatomía de la Melancolía, en muchas ocasiones, desconcierta. Obliga a un nivel interpretativo y abstracto mayor, quizás por esa fuerza de lo hermético que se expresa, en la que los relatos a veces aparecen impenetrables y difíciles de descifrar. Es una visión muy particular del mundo, sometida a proyecciones de realidad, que destapan los miedos guardados y fomentan una búsqueda, la inspección de un cariño propio muchas veces ausente, que no permite a los propios personajes dejarse llevar.

También habla de la libertad y de la construcción de seres que muchas veces han dejado de creer, que deambulan en el límite de la pena y quieren desprenderse del dolor.

La ópera prima de Ximena Jara es un libro que habla de miedos y a ratos deja la sensación que es una forma de expurgar los malos momentos, acaso de auto flagelación. Es  un libro para leer sin prejuicios, y con la mente abierta a sucesos que desentonen de la realidad habitual, y que tiempo después de pasada la lectura, se asoman a la mente como marionetas fantasmas puestas en escena. No es un libro que se pueda entender inmediatamente, ni en cada uno de sus escritos. Es un libro que abre puertas, que las deja entornadas para comunicar en muchas direcciones, y que si bien se puede mirar como un todo,  insinúa otros vínculos a la vida real. Para una lectura ensimismada.

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