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Los espacios del cine chileno Opinión

Los espacios del cine chileno

Según el un estudio del Consejo del Arte y la Industria Audiovisual, el 2017 las audiencias del cine chileno disminuyeron, pero si se revisan con atención las cifras, se evidencia que hay un público que consume habitualmente producciones nacionales, sobre todo hoy, que las salas alternativas le dan un espacio preferente en su programación.


Sí, el 2017 fue un año de cifras de audiencias bajas para nuestro cine en Chile. 46 películas estrenadas comercialmente y un público total de 247 mil espectadores, según la información publicada en el sitio web del Consejo del Arte y la Industria Audiovisual. En 2016 se estrenaron 44 obras chilenas que juntas lograron algo más de 1 millón 730 mil espectadores. La caída es clara. Sin embargo, las cifras siempre son engañosas. Si al total de público que asistió al cine a ver películas chilenas en 2017 le descontamos las tres películas con más audiencia –Una mujer fantástica, Se busca novio para mi mujer y Madre- el total de público supera los 117 mil espectadores. Si hacemos el mismo ejercicio con las películas estrenadas en 2016 y sacamos de la ecuación a Sin Filtro, Argentino QL y Neruda, el público se reduce a un poco más de 120 mil espectadores. Podemos repetir el mismo ejercicio con las cifras de la década completa y siempre el total de las audiencias de nuestro cine estará marcado por la cantidad de público que lograron las tres primeras películas de la lista. Del “récord” de baja audiencia del 2017 sólo podemos concluir que no hubo tres “hits” que rompieran la escala.

Si analizamos en profundidad los mismos datos de los informes anuales de Oferta y consumo de cine en Chile podemos desprender otras conclusiones, entre ellas que porcentualmente las audiencias ven mucho más cine chileno en salas independientes que circuitos comerciales. En 2017, el 40,1% de quienes asistieron a una sala independiente fueron a ver cine chileno. En las multisalas en cambio, esta cifra alcanzó sólo el 0,7%. En cuanto a las 46 películas estrenadas en 2017, 41 de ellas se exhibieron en cines independientes, mientras que sólo 26 lo hicieron en circuitos multisala. Sabemos también que hace una década era casi imposible ver una película chilena en algún cine fuera de la Región Metropolitana. Hoy son las salas independientes, ocho de ellas agrupadas en la Red de Salas de Cine de Chile, las que permiten que nuestro cine llegue a la mayor parte del país y que habitantes de Chile en todas las regiones puedan verse, estudiarse, compararse y analizarse frente a la pantalla.

Sabemos también, gracias al estudio realizado en 2017 y 2018 por Fábrica de Cultura, cómo son quienes asisten a los cines independientes. Mujeres y hombres de entre 25 y 34 años, más de la mitad de ellos solteros y sin hijos, trabajadores con educación universitaria completa y que van al cine con amigos, en pareja o solos. Son también personas que aseguran que la oferta de películas ofrecida por los cines independientes es de mejor calidad que la ofrecida por cines multisala.

Cada año se producen y estrenan más películas chilenas. Cada año varias de ellas recorren los principales festivales del mundo. Cada año más realizadores chilenos son reconocidos en el extranjero. Cada año se abren nuevas pantallas para acceder a nuestro cine. En salas y móviles. Cada año el cine chileno se conversa más, influye más, importa más. El cine chileno no está en crisis, sino lleno de oportunidades.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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