«El hecho de la muerte de un prisionero político en Cuba es un tema de gran preocupación y debiera ser de gran preocupación para todos los países que están preocupados efectivamente de los derechos humanos de las personas», indicó el secretario de Estado adjunto de EE.UU. para Latinoamérica, Arturo Valenzuela.
La muerte de un preso político en Cuba «es un tema de gran preocupación» para el Gobierno estadounidense y debería serlo para todos los países que defienden los derechos humanos, dijo este viernes el secretario de Estado adjunto de EE.UU. para Latinoamérica, Arturo Valenzuela.
En una conferencia telefónica, Valenzuela se refirió así a la muerte del disidente cubano Orlando Zapata Tamayo, quien falleció el martes tras 85 días en huelga de hambre.
«El hecho de la muerte de un prisionero político en Cuba es un tema de gran preocupación y debiera ser de gran preocupación para todos los países que están preocupados efectivamente de los derechos humanos de las personas», indicó.
El secretario de Estado adjunto respondió así tras ser preguntado por las declaraciones del presidente electo de Chile, Sebastián Piñera, quien condenó «enérgicamente» la muerte de Zapata Tamayo y anunció que su Gobierno impulsará la defensa de los derechos humanos en la isla.
Piñera, al igual que EE.UU. exigió la inmediata libertad de «más de 200 presos políticos» cubanos
Orlando Zapata Tamayo falleció al cabo de una huelga de hambre de 85 días para exigir un trato digno de «prisionero de conciencia», estatus que le reconocía Amnistía Internacional (AI).
Su muerte ha originado una oleada de reacciones internacionales que apuntan a la responsabilidad del Gobierno cubano.
