Los opositores quieren que el gobernante abandone su cargo antes del viernes. Analistas chilenos dicen que esto depende de la porfía de Mubarak y entre las consecuencias se proyecta el aislamiento de Israel. “Con el tiempo, esto podría reforzar a las organizaciones palestinas e incluso alcanzar a Arabia Saudita», advirtió el analista Raúl Sohr.
«¡Que se vaya, que se vaya!», se escuchó sin cesar en la Plaza Tahrir de El Cairo. Los gritos sólo se apagaban cuando hombres y mujeres se arrodillaban en fila mirando a La Meca y cumplían con el rito: rezar. Al terminar, el coro volvía a esparcirse por el aire. “Fuera Mubarak”.
Este fue el ambiente que marcó una jornada histórica en contra del presidente egipcio Hosni Mubarak para que abandone el poder, que detenta desde 1981 y que estaría en sus últimos días, según diferentes analistas.
En medio de las manifestaciones, el líder opositor Mohamed el Baradei instó al Jefe de Estado a dejar el poder “a más tardar el viernes”.
Respecto al momento que vive Mubarak, Eugenio Chahuán, académico del Centro de Estudios Árabes de la Universidad de Chile, dice que es una incógnita si su salida se producirá en las próximas horas, a pesar de la “pérdida de respaldo” que está teniendo en la comunidad internacional debido al temor de que en Egipto quede un vacío de poder, que sería caótico para Occidente. “El desenlace va a depender de la porfía del presidente que ya es un cadáver político. La metáfora en las calles de El Cairo es preguntarse cuándo se va a cerrar el sarcófago. La gran incógnita es si habrá un cambio de régimen en el caso que se vaya”, dice Chahuán.
La jornada vivida hoy en El Cairo marca un antes y un después en Egipto. No sólo porque se trata de una manifestación sin precedentes y que nació del clamor popular; sino también porque, aunque no logró reunir a las dos millones de personas que proyectaba, tuvo una alta adhesión. Un éxito que abre otra pregunta y que apunta a cómo se aglutinarían estas fuerzas en caso de una dimisión de Mubarak. “Ese es un problema básico”, dice Gustavo Martínez, analista internacional de la Universidad Gabriela Mistral y sigue: “Todo hace pensar que las Fuerzas Armadas estarían en una actitud comprensible respecto a este escenario… Y si de alguna manera Mohamed el Baradei concita las fuerzas opositoras podría darse una transición pacifica que justamente obligue a Mubarak a salir del poder porque salvo los aparatos represivos ya nadie está con él”.
Uno de los cambios principales en la región podría nacer como resultado del enfriamiento de las relaciones entre Israel y Egipto, un escenario que cambiaría rotundamente el cuadro de poder que se ha dado históricamente en la zona. “Hay una frase que decía que no se podía iniciar ninguna confrontación bélica exitosa sin Egipto”, subraya el analista Raúl Sohr, quien proyecta que si el país en conflicto toma una postura menos próxima a Israel y a Estados Unidos y comienza a tener más en cuenta las demandas palestinas puede tener un efecto enorme sobre el conflicto entre Israel y Palestina. “Esto podría llevar a una situación de aislamiento serio a Israel que con el tiempo podría reforzar a las organizaciones palestinas e incluso alcanzar a Arabia Saudita… Y estamos hablando de la región que produce el 60% del petróleo mundial. Es decir, la yugular de nuestras economías”, dice Sohr.
En las últimas horas la crisis por la que atraviesa Egipto se trasladó a otras naciones árabes como Jordania, donde el rey Abadalá II se vio forzado a disolver el gobierno y a nombrar como nuevo primer ministro a Marouf Bakhita. El monarca tomó la decisión anticipándose a un posible estallido social luego que diversos sectores del país organizaran masivas manifestaciones siguiendo el ejemplo de Túnez y Egipto, tanto para rechazar el alza de los alimentos y de los combustibles, como los casos de corrupción detectados en el último tiempo.
La situación egipcia es observada con preocupación en otras naciones como India, cuyo ministerio de de Asuntos Exteriores manifestó mediante un comunicado que esperaba un arreglo pacífico de la situación y también que el país continuara siendo “una nación fuerte y estable que contribuya a la paz y prosperidad de la región”.
Al cierre de esta nota el presidente Mubarak se preparaba para entregar un «mensaje importante» en un discurso a la nación que fue anunciado por la televisión estatal, sin que se entregaran mayores detalles.
Se trataría del primer mensaje que el mandatario envía a sus ciudadanos desde la noche del pasado viernes, cuando anunció la remodelación del gobierno.
La crisis que se vive en El Cairo y otras ciudades egipcias llevó al gobierno chileno, a través del Ministerio de Relaciones Exteriores, a disponer la evacuación de los connacionales que se encuentran en ese país, en un operativo que se iniciará el martes.
«Eso podría acontecer a partir de mañana, pero sólo va a suceder si las condiciones empeoraran», dijo el canciller Alfredo Moreno. Detalló que hasta el momento son 27 chilenos y tres de sus cónyuges los que han expresado su deseo de salir de Egipto.
El plan para hacer frente a esta contingencia, y que fue anunciado el lunes, considera dos alternativas: facilitarles un vuelo entre El Cairo y Jordania o bien trasladarlos por tierra hacia Israel.
Moreno dijo que los compatriotas que se encontraban de paso en ese país, ya sea por turismo o por negocios, han ido saliendo por sus propios medios.
Se informó además que de los 95 chilenos que residen en Egipto, unos 25 han logrado salir. Además, el gobierno reforzó su embajada en El Cairo con varios funcionarios que han viajado desde Chile y desde Siria, y ha enviado a esa legación diplomática varios teléfonos satelitales para mantener la comunicación en caso de que ésta se vea interrumpida.
Asimismo, la Cancillería recomendó no viajar a Egipto hasta que no se resuelva la crisis política en curso.
