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En respuesta a Carlos Hunneus

Por: Ernesto Moreno B.


Señor Director:

En el día de ayer he leído una columna aparecida en El Mostrador y escrita por Carlos Hunneus, titulada ¨Recordando a Ignacio Balbontín: estrategias activas y pasivas en la DC¨. Me ha parecido una buena iniciativa de Carlos, en tanto Nacho Balbontín merece con creces un recuerdo por sus cualidades humanas, políticas y cristianas.

Sin embargo, y a mi juicio en un poco criterioso uso del artículo, cuyo objetivo central debo entender era homenajear a Ignacio, Hunneus dedica gran parte del mismo a dar a conocer SU visión, llena de calificaciones y descalificaciones, acerca de los sucesos que afectaron a la DC en el período postgolpe militar y particularmente se detiene en las relaciones con la CDU alemana y el grupo de becarios que salimos a estudiar a dicho país en la segunda parte de la década de los 70. Ello me ha obligado a hacer un par de comentarios.

Es cierto que en Alemania tuvimos inolvidables conversaciones y controversias sobre lo que había ocurrido en Chile y sobre su futuro, pero ciertamente las cosas no eran tan simples y contenían muchas más aristas que las que describe tan parcial y abusivamente Carlos Hunneus.

Por de pronto, es absolutamente falsa la cita que extrañamente «me dedica», y que yo le habría dicho a su Sra. Marta Lagos. Los más de 30 años de mi vida que han pasado desde entonces, son una evidencia empírica de que nunca podría haber dicho una cosa así.

En segundo lugar, y solo para dar un antecedente a propósito de la distinción hunneísta entre activos y pasivos dentro de la DC y de su autorreferente y arbitraria clasificación de quiénes estaban en un lado u en otro, quiero recordar algo. Los años 75 y 76 algunos de mi grandes amigos con los que compartimos la gran experiencia de estudiar en Alemania, éramos miembros del Instituto de Humanismo Cristiano que funcionaba en un entrepiso en la calle Almte. Barroso, en la mítica manzana en que confluían el Centro Bellarmino de la Compañía de Jesús, la Conferencia Episcopal, la Asociación Nacional de Futbol, el club Colo-Colo, uno de los departamentos o áreas de la Fuerza Aérea y Cáritas Chile. Bajo las orientaciones del inolvidable Mario Zañartu (SJ), formé parte del comité ejecutivo de dicho Instituto que en 1975 y 1976, los años más duros de la DINA, organizamos en Talagante seminarios de formación para jóvenes de Santiago y Valparaíso. Lo hicimos con decisión, con convicción y con un gran éxito, a pesar de los riesgos. El día antes de ser detenido Jaime Castillo, él estuvo con nosotros en uno de los seminarios realizados.

En estas actividades, eminentemente ACTIVAS, para seguir la tipología de Hunneus, NUNCA lo vi aparecer ni por milagro. Seguramente él practicaba su activismo vaya a saber uno dónde.

Son muchas más las cosas que se podrían decir, sin embargo, no puedo dejar de olvidar que la génesis de esta carta es el desatinado uso que hace Hunneus de un homenaje a un gran camarada que fue Nacho Balbontín, por lo que creo que las otras rectificaciones hay que dejarlas para otro momento y lugar.

Ernesto Moreno B.

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