Este martes el vicepresidente de Oceana para América del Sur y Antártica, Marcel Claude, fue notificado por un alto directivo de la entidad de su marginación. Los motivos son muchos, pero sobresalen la falta de visiones comunes y la aparición del economista en áreas ajenas a la protección marina. El balde de agua fría llega tras la obtención de dos grandes triunfos en materia de libertad de expresión.
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| Recientemente Marcel Claude distribuyó el libro »Incorrectamente político», quizás presagiando lo que venía |
Desconcierto ronda en las oficinas de la Fundación Oceana en Santiago, en el parque Bustamante, dado que en la mañana de este martes se conoció un comunicado en que se informaba que su actual vicepresidente para América del Sur y Antártica, el economista Marcel Claude, dejaba su cargo por diferencias estratégicas con la organización internacional con sede en Estados Unidos.
El balde de agua fría para el ex encargado del proyecto de cuentas ambientales del Banco Central, que arrojó controvertidas cifras sobre la situación del bosque nativo, a mediados de la década del 90, lo dio a conocer el vicepresidente ejecutivo de Oceana, Jim Simon, a través de una nota de prensa distribuida por la agencia de comunicaciones Extend, la cual tomó el control de las relaciones públicas para Chile desde hace una semana, situación que no estaba en conocimiento de Claude.
"Oceana tiene visiones estratégicas distintas a las de Marcel Claude. Nuestra misión es proteger los océanos y la vida que hay en ellos a través de campañas que nos permitan lograr cambios específicos y medibles en las políticas gubernamentales y de empresas privadas, en un plazo de 3 a 5 años. Sin perjuicio de ello, le deseamos lo mejor a Marcel en el logro de su estrategia personal que, entendemos, está dirigida a cambios políticos y económicos, radicales y de largo plazo", señaló Simon.
El directivo, que vino especialmente desde EEUU para ello, comunicó la decisión de la entidad en el transcurso de esta mañana, en las dependencias de Oceana, cerca de Plaza Italia, y según supo este medio se dedicará a buscar personalmente al sucesor de Marcel Claude, tiempo durante el cual Extend seguirá manejando las comunicaciones.
La carta de la discordia
Los problemas para el economista comenzaron a fines de marzo de este año cuando un grupo de ecologistas envió una carta al directorio de Oceana Internacional, protestando por el trato que permanentemente recibían de su representante para el Cono Sur, quien siempre cuestionaba su cercanía con las políticas ambientales de la Concertación.
Según LND, la misiva fue firmada, entre otros por: Chile Sustentable, Sara Larraín; el presidente del Instituto de Ecología Política, Manuel Baquedano; el director ejecutivo de Fundación Terram, Rodrigo Pizarro; la presidenta de la Red Nacional de Acción Ecológica, Isabel Lincolao; la coordinadora nacional de Defensores del Bosque Chileno, Malú Sierra, y el abogado de la Fiscalía del Medio Ambiente, Fernando Dougnac.
Este mismo grupo fue el que decidió apoyar a Michelle Bachelet, en segunda vuelta, tras firmar un acuerdo en materia medioambiental con la abanderada concertacionista, en el Jardín Botánico El Chagual, en Vitacura.
Sin embargo, a poco andar la Presidenta, una vez asumido el cargo, tuvo que transgredir uno de los puntos del pacto, al permitir el desarrollo de estudios que permitan establecer la viabilidad del uso de la energía atómica, en circunstancias que se había comprometido a no propiciar el desarrollo de ésta.
No obstante, al margen de la molestia de los ecologistas locales, es probable que la decisión de Oceana Internacional haya tomado en cuenta la sobreexposición mediática de Claude en otros temas, como por ejemplo, cuando en pleno movimiento secundario asistió a una reunión en el Instituto Nacional, ocasión en que la prensa destacó su rol como "asesor", en circunstancias de que no lo era en estricto rigor.
Tras la carta del bloque verde, coincidentemente disminuyó la presencia mediática de quien fuera fundador de la ONG Terram, pero buscó la forma de realizar otras actividades, a través de un criculo de economistas, como la asesoría a las agrupaciones sindicales de las divisiones Andina y El Teniente de Codelco, en sus negociaciones colectivas.
Relevantes triunfos
La marginación de Claude se produce justo cuando recientemente había obtenido dos triunfos importantes en materia de libertad de expresión. El primero se produjo cuando en agosto, el juez Alejandro Madrid lo exculpó por los dichos contra los hermanos Zaldívar, Andrés y Adolfo, ambos DC, a quienes acusó de tener intereses comprometidos en momentos que se redactaba la Ley de Pesca; y la segunda, con la decisión de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de condenar al Estado chileno por negar el acceso a la información pública en pleno desarrollo del proyecto Trilium, en 1998.
A lo anterior, se suma la publicación en octubre del libro »Incorrectamente político», en el cual recopila las columnas de opinión escritas para distintos medios, incluido El Mostrador.cl y que se divide en tres capítulos: Crítica a la transición inconclusa, crítica al capitalismo salvaje y crítica a la razón depredadora.
Destacan gestión
Con todo, Simon destacó que Oceana, durante los pocos años en que Claude lideró la oficina local, logró avances en la protección de los recursos marinos.
"Sin embargo, mirando al futuro, creemos que haremos incluso más avances si nos enfocamos en cambios prácticos en pro de la conservación marina", agregó el vicepresidente ejecutivo de Oceana. Además, subrayó que la necesidad de ejecutar acciones inmediatas fue reforzada por el reciente estudio de la revista Science, en la que se mostró que las empresas pesqueras en Chile y el resto del mundo tenderán a desaparecer hacia el año 2048, a menos que las actuales prácticas de la pesca industrial y otras prácticas mejoren sustancialmente.
Finalmente, el vicepresidente de Oceana, aprovechó la ocasión de describir el perfil del sucesor de Claude.
"Oceana está buscando un nuevo líder en Chile, capaz de identificar cambios claves en políticas públicas, susceptibles de ser logrados en un plazo de 3-5 años, que contribuyan a evitar que los recursos marinos chilenos avancen hacia un colapso irreversible; que logre estas metas mediante una defensa basada en la ciencia, discusiones convincentes con los tomadores de decisión en el gobierno, acciones legales, comunicaciones y la organización de una red de apoyo; la recaudación de financiamiento; que lidere una oficina de profesionales y que apoye el trabajo internacional de Oceana en la protección de los océanos".
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