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La trastienda de la arrancada de tarros del embajador Maquieira

Claudia Rivas Arenas
Por : Claudia Rivas Arenas Periodista de El Mostrador @crivasa
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Pese a ser diplomático de carrera, el embajador y presidente de la Comisión Ballenera Internacional cometió, en lo formal, un error similar al de ex representante de Chile en Argentina, Miguel Otero. Aunque produjo menos ruido que las declaraciones del ex senador, también incomodó al gobierno, pues la propuesta presentada ante la CBI se contrapone a la postura que ha mantenido La Moneda en relación con la caza de cetáceos.


La 62ª versión de la reunión anual de la Comisión Ballenera Internacional se desarrolla con una nada insignificante ausencia, la de su presidente, el embajador chileno Cristián Maquieira. El mismo que tuvo el valor de contradecir abiertamente la postura de la administración de Sebastián Piñera en materia de cacería de ballenas en aguas internacionales, presentando una propuesta que le permitiría a Japón cazar 120 cetáceos al año, durante toda una década.

Si bien el tema es menos grave que lo sucedido con el ex embajador de Chile en Argentina, Miguel Otero, en La Moneda admiten que el concepto es el mismo, aunque sean “de distinta naturaleza”. Y extrañamente, el diplomático, enfermó y no pudo ir a defender su postura ante la CBI.

Para nadie es un secreto que uno de los orgullos del mandatario lo constituye el Parque Tantauco. Siempre aspiró a habilitar un parque marino que albergara a las ballenas azules –especie en extinción- y a los lobos marinos que habitan cerca de sus costas. Un proyecto de lo más “ecoturístico”. Pero, tal como se dieron las cosas, el embajador Maquieira nunca se enteró de esto, pero tampoco de la política que la Concertación tenía en materia medio ambiental y de defensa de estas especies en peligro. Entonces decidió, por propia cuenta y riesgo, presentar la propuesta que tiene del moño a los 88 países que integran la CBI, sin poder lograr un acuerdo, porque Japón se niega a ceder.

En La Moneda no cayó nada bien, saliendo del tema Otero, que hubiera que reaccionar sobre el caso Maquieira rápida y sigilosamente para no generar repercusiones públicas. De hecho, a varios parlamentarios de la Concertación les cayó harto mal la postura del embajador y según fuentes del sector pidieron derechamente la cabeza del diplomático, al subsecretario de Relaciones Exteriores Fernando Schmidt. El 9 de junio pasado los senadores Juan Pablo Letelier (PS) y Guido Girardi (PPD) se reunieron con el canciller subrogante y –según quienes conocieron de la cita- le pidieron la renuncia del actual embajador de Chile en Paraguay, debido a que estimaban que “no representaba la línea chilena en relación con la caza de las ballenas”, sobre todo estando tan cerca la reunión de la CBI.

[cita] Varios parlamentarios de la Concertación les cayó harto mal la postura del embajador y según fuentes del sector pidieron derechamente la cabeza del diplomático (…) debido a que estimaban que “no representaba la línea chilena en relación con la caza de las ballenas”, sobre todo estando tan cerca la reunión de la CBI. [/cita]

La autoridad de la Cancillería no pudo asumir un compromiso en tal sentido con los parlamentarios, pero sí habría admitido que coincidía con ellos en que la posición de Chile y el gobierno no era la expresada por Maquieira en su propuesta. En la oposición estiman que dos cosas han pesado para que el embajador continúe en su cargo y sólo haya sufrido una enfermedad que le impidió viajar a Marruecos, donde se efectúa la reunión internacional, hasta el viernes 25. Por un lado, el hecho de que es diplomático de carrera “y muy bueno”, dice una fuente de la Concertación, “por lo mismo nos preocupaba que hubiera llegado a Marruecos y hubiera convencido a unos cuantos de las bondades de su propuesta”, añade medio en broma y medio en serio. Por otra parte, especulan que no debe ser menor para el gobierno destituir a un hijo de Julita Astaburuaga, reconocida representante de la socialité chilena.

En cambio, en el gobierno, el último argumento es el de menos importancia. Se dice que todos los diplomáticos de carrera “son parientes de alguien” así es que, si fuera por eso, no se podría destituir a nadie. A lo que sí le dan más relevancia  es a un aspecto que ha sido una bandera de lucha de los funcionarios de la Cancillería y es que siempre han planteado que no debiera haber diplomáticos políticos, sino sólo de carrera para evitar justamente situaciones como la que generó el embajador, pese a ser diplomático de carrera. Entonces, dicen en La Moneda, no parece que esta deba ser una división tan estricta.

Lo concreto es que el gobierno le quitó el piso a Maquieira. La Cancillería reiteró la postura oficial de La Moneda en este aspecto asegurando que “Chile se opone terminantemente a la cacería comercial de ballenas y postula sólo su uso no letal, como el turismo de observación. Por ello, promueve la mantención de la moratoria para la cacería comercial y el respeto a los santuarios establecidos. Del mismo modo, busca el fin de la cacería científica de Japón y la caza comercial bajo reserva de Noruega e Islandia”.

Y agrega que “la actual situación no favorece la conservación de las ballenas, puesto que el presente régimen permite la continuación de la cacería científica y la caza comercial bajo reserva, sin que se considere la opinión contraria de la mayoría de los miembros de la Comisión Ballenera Internacional” y cierra el debate sosteniendo que “conforme a la legislación nacional en las aguas jurisdiccionales de Chile está completamente prohibida la cacería de ballenas”.

Por lo mismo, la delegación de Chile ante la CBI fue encabezada por su comisionado alterno José Fernández, quien “tiene instrucciones precisas de postular la política” del gobierno de Chile ante dicha instancia.

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