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Se aprueba por unanimidad polémico proyecto Castilla

El acuerdo de la familia Domínguez con la empresa CGX y la recalificación del proyecto, que el seremi de Salud Nicolás Baeza cambió de “contaminante” a “molesto”, fueron clave para que la Comisión de Evaluación Ambiental de Atacama, presidida por la intendenta Ximena Mattas, finalmente aprobara el proyecto termoeléctrico Central Castilla.


La sesión comenzó a las 8:30 de la mañana y tras poco más de dos horas ya había una resolución. La Comisión de Evaluación Ambiental, presidida por la intendenta de Atacama, Ximena Mattas, aprobó por unanimidad el polémico proyecto termoeléctrico Central Castilla. Todo esto en medio de disturbios protagonizados por manifestantes que se oponen a esta construcción.

El mega proyecto, perteneciente al multimillonario Eike Batista, se emplaza en 600 hectáreas de la Hacienda Castilla en el sector costero de Punta Cachos y a 80 kilómetros al sur-oeste de Copiapó. Batista construirá seis termoeléctricas, las cuales tendrán una capacidad de generación de 2.100 MW, sólo 600 MW menos que Hidroaysén.

El proyecto contempla US$ 4.400 millones de inversión.

A pesar que es cuestionado por varios grupos ambientalistas, el proyecto se destrabó la semana pasada, cuando el seremi de Salud de Atacama, Nicolás Baeza, determinara que el proyecto es «molesto» y no «contaminante”, una clasificación clave para llegar a puerto.

Los integrantes de la comisión determinaron condiciones para cuando comience a funcionar la central. Entre éstas, destaca una auditoría a la biodiversidad en el sector de Punta Cachos.

«Nos dimos cuenta que las normas de calidad están en cumplimiento, uno se da cuenta que los valores están muy por debajo de lo que las normas establecen», dijo Ximena Mattas.

Reacciones

La empresa informó a través de un comunicado de prensa que la termoeléctrica «cumplirá con altos estándares ambientales y con los más estrictos límites de emisiones contemplados en las nuevas normativas establecidas por el Estado chileno, lo que implicará inversiones adicionales que sumarán US$ 500 millones».

El Gerente General de la empresa, Pedro Litsek, dijo que «para el grupo MPX es una gran noticia el poder contar con esta aprobación que nos permitirá consolidar nuestra presencia en Chile y aportar al desarrollo del país y de la Región».

En tanto, la fundación Océana rechazó el proyecto. Alex Muñoz, director ejecutivo del organismo, dijo a Emol que “la votación de hoy es un duro golpe a la credibilidad del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental chileno. Existen suficientes antecedentes científicos que demuestran el gran impacto ambiental que provocaría la Central Castilla en una zona de gran importancia ecológica».

Uno de los temas que más polémica despierta, es el hecho que la aprobación del proyecto de propiedad del empresario brasileño Eike Batista, va en contra de los planes de diversificación de matriz energética de nuestro país. “Es algo inexplicable. El país y las autoridades deberían entender que este tipo de centrales significan energía no para cinco años más sino que al menos para 50 ó 70 años, lo cual es una actitud muy poco visionaria que se contrapone a los planes de desarrollo de energía limpia que Chile estaría alcanzando en los próximos 15 ó más años”, explica Álex Godoy, director del Centro de Investigación para la Sustentabilidad de la U. Andrés Bello.

El académico comenta que, “la diversificación de la matriz energética a través del desarrollo de energías limpias es un tema que está creando bastante compromiso de los países que están creciendo. Así en el futuro cercano, sería perfectamente posible que nos acusaran de dumping ecológico en caso  que sigamos generando energía contaminante”.

“La señal es muy poco visionaria. Si aprobaron Castilla, no hay motivo para no aprobar los proyectos que vienen”, sostiene Godoy.

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