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Joven permaneció seis meses preso por defectuoso reconocimiento fotográfico

El tribunal resolvió absolverlo por unanimidad, argumentando que el reconocimiento no sólo fue sugestivo con las víctimas, si no tenía tal cantidad de infracciones que resulta imposible validarlo.


Un singular lunar sobre su labio superior causó que Cristóbal Eduardo Zamora Rojas, fuese involucrado en un delito de robo con intimidación que afectó a tres menores y que a la larga le significó estar preso durante casi seis meses y perder su trabajo.

El 14 de junio de 2010 tres adolescentes de entre 14 y 15 años caminaban ya de noche por Avenida Rodrigo de Araya al llegar a Ramón Cruz, en Macul, cuando dos sujetos los amenazaron con un arma de fuego y les robaron una mochila y un celular.

Hecha la denuncia, los menores recordaban que la principal característica de uno de los agresores era un lunar como el de Eduardo Zamora. Carabineros confeccionaron un kárdex de nueve fotos que el joven de 23 años pasó a integrar. En el juicio realizado ante el Séptimo Tribunal Oral la defensora Jacqueline Stubing interrogó a los menores y dos de ellos reconocieron que se les mostraron las fotos a todos simultáneamente y no por separado como debe ser para evitar sugestiones. Además el imputado era el único que tenía el lunar sobre el labio superior, lo que la defensora hizo ver al tribunal que era una clara inducción.

Un pasaje inusual de la audiencia fue que a un testigo central de la defensa llegó en calidad de detenido por haberse negado a concurrir voluntariamente. Se trataba de Manuel Alejandro Rodríguez Destefani, ex empleador del imputado quien confirmó que éste se encontraba cumpliendo su jornada laboral en la comuna de La Florida a la hora en que se cometió el delito en Macul.

Finalmente el tribunal resolvió absolver al imputado por unanimidad argumentando que el reconocimiento no sólo fue sugestivo con las víctimas, sino tenía tal cantidad de infracciones que resulta imposible validarlo, se explicó en un comunicado de la Defensoría Regional Metropolitana Norte.

La defensora Jacqueline Stubing se manifestó satisfecha ya que ese procedimiento viciado fue el que involucró a su defendido, ya que aparte de la señal del lunar, los menores no fueron capaces de describir ninguna otra característica de los agresores, cosa entendible por la oscuridad del lugar y lo rápido que ocurrieron los acontecimientos.

Al término de la audiencia Cristóbal Zamora Rojas abrazó a su novia con la que tiene un hijo. Sobre su futuro comentó que lo primero que haría sería salir a buscar trabajo.

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