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Benito Baranda se emociona hasta las lágrimas por políticas sociales que son «una ofensa a la gente» Advierte que liceos Bicentenario replicarán segregación en vivienda

Benito Baranda se emociona hasta las lágrimas por políticas sociales que son «una ofensa a la gente»

Después de la polémica por las cifras de pobreza de la encuesta Casen, donde asegura que tanto la Cepal como el gobierno y la oposición «estuvieron mal», llamó a las autoridades del Ejecutivo y el Parlamento a ir al fondo del problema: «Pónganse en el lugar de la gente que hoy día sufre de malas políticas y que además tiene grandes dificultades para recibir un salario digno que le permita vivir como corresponde a un ciudadano, en un país donde tenemos 17 mil dólares de ingreso (per cápita)».


Luego que en una columna publicada por El Mostrador formulara duras críticas al gobierno por cómo se entregaron las cifras de medición de la pobreza de la encuesta CASEN, el director de la ONG América Solidaria, Benito Baranda, advirtió que uno de los problemas de fondo que las autoridades se niegan a reconocer es la aplicación de políticas de segregación social que anteriores gobiernos y la actual administración vienen repitiendo en materia educacional y de vivienda.

En una entrevista con Radio Cooperativa, Baranda disparó, por ejemplo, contra la implementación de liceos Bicentenario y también contra la forma en que se erradican campamentos donde las familias, en vez de integrarse a la ciudad, son trasladadas a poblaciones periféricas que se convierten en verdaderos guetos.

A su juicio, si el Ministerio de Educación “sigue insistiendo en segregar a los estudiantes generando liceos Bicentenario y separando a los estudiantes buenos de los supuestamente malos, ahí sí que vamos a tener un problema más grande que el de la vivienda el día de mañana, porque vamos a tener a los buenos en un lado, los malos en el otro; los buenos profesores en un lado y los malos profesores en otro».

Esto, enfatizó, “va a generar una segmentación educacional que la quiero ver el día de mañana cuando tengamos a la mitad de esa gente en la cárcel, pagando el costo de tener 100 mil o 200 mil personas encarceladas como ocurre en Brasil hoy día».

Para Benito Baranda, este modelo no haría más que reproducir la segmentación en materia habitacional. «La política más excluyente que se hace desde el Estado es la de vivienda. La política de vivienda ha creado una gran segregación en Chile. Desde el Estado se ha llevado a que las personas en situación de pobreza hayan terminado viviendo en la periferia de las ciudades, en los terrenos más baratos, con mayor hacinamiento y con mayor homogeneidad de la población, lo que es una aberración de las políticas sociales».

Sobre este punto recordó que «la única política en que no ha habido una ley aprobada por el Congreso en la de integración social en vivienda. Se sigue manejando por un decreto con fuerza de ley que creo es de 1974 y se va modificando. Hay que generar una ley que permita hacer conjuntos habitacionales integrados, mezclarnos socialmente, pobres y ricos y clase media. Tenemos que vivir cerca, integrarnos socialmente», dijo.

[cita]»Me produce mucho dolor, me duele mucho porque siento que es una ofensa a la gente, que tú le entregas una vivienda, sale de un campamento y termina viviendo en un lugar que después tiene que poner reja, que tiene que tener a sus hijos fuera de la droga, en una escuela pésima, donde las oportunidades no son igualitarias a mis hijos que están en un colegio particular, esa injusticia te tiene que doler; si no te duele, no puedes modificar la realidad”.[/cita]

Tomar medidas sobre estos temas es a su juicio el tema de fondo tras la polémica por las cifras de la encuesta CASEN, respecto de las cuales considera que hay responsabilidades compartidas de todos los sectores.

«Todos estuvieron muy mal, gobierno, oposición y la Cepal: la Cepal debió haber salido inmediatamente a validar lo que se había hecho, se retrasó mucho y generó sospechas;  decir que la pobreza había disminuido fue una estrategia comunicacional diseñada por alguien en el gobierno que no sabe que somos gente inteligente; y la oposición tomó esto como una bandera de lucha política de descalificación».

Benito Baranda cree que lo que hace falta es que tanto el Ejecutivo como el Parlamento hagan una autocrítica y hagan el ejercicio de ponerse en el lugar de la gente a la hora de tomar decisiones que tienen impacto social.

“Es mi queja permanente. Cuando se habla de reforma tributaria, yo digo ‘bueno, pongan a sus hijos en colegios municipales, y además no sólo eso, váyanse a vivir a los blocks que están construyendo en las poblaciones periféricas. Yo no vivo ahí, no he vivido nunca en un block, pero tengo cercanía en las personas que viven, visito habitualmente esos lugares. Y me produce mucho dolor, me duele mucho porque siento que es una ofensa a la gente, que tú le entregas una vivienda, sale de un campamento y termina viviendo en un lugar que después tiene que poner reja, que tiene que tener a sus hijos fuera de la droga, en una escuela pésima, donde las oportunidades no son igualitarias a mis hijos que están en un colegio particular, esa injusticia te tiene que doler; si no te duele, no puedes modificar la realidad”, expresó emocionado.

Dijo que su emplazamiento no busca ofender a las autoridades de gobierno o a quienes están en el Parlamento. “Les digo: pónganse en el lugar de la gente que hoy día sufre de malas políticas y que además tiene grandes dificultades para recibir un salario digno que le permita vivir como corresponde a un ciudadano, en un país donde tenemos 17 mil dólares de ingreso, donde los países que tenían 17 mil dólares de ingreso hace 10 años atrás tenían una igualdad mucho mayor que la nuestra, todos los países de Europa”.

Finalmente llamó a que “no nos sigamos escondiendo, no nos sigamos metiendo en la cabeza que todo está bien y que va bien encaminado. Hagamos una autocrítica, hay muchas cosas que están bien, y muchas otras que están regulares, y hay varias que están mal”.

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