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Bachelet y el PC: permitido virar izquierda La tienda de Tellier se posiciona para correr la agenda hacia la frontera del modelo

Bachelet y el PC: permitido virar izquierda

Desde la gratuidad universal en educación al avance en la nacionalización del agua. Puntos clave en los que tuvieron coincidencia la abanderada y la colectividad en su encuentro de ayer. Con el vacío dejado por Camilo Escalona como guardián del statu quo, los grupos de izquierda avanzan en lo programático dentro de la candidatura con más opción de ganar la presidencial.


“Aquí no hay giro a la derecha ni a la izquierda, el único giro que estamos viendo es uno ciudadano, hacia los cambios que los chilenos y chilenas demandan”, sentenció Michelle Bachelet luego de reunirse ayer por más de una hora con la cúpula del PC. Cualquiera sea el apellido que se le quiera dar al giro en la agenda programática que está adoptando su campaña, lo cierto es que se está distanciando de las visiones más conservadoras de la Concertación. Ahora tiene abiertas coincidencias con los sectores más progresistas de la oposición y asume puntos relevantes de las demandas ciudadanas, las mismas que se erigen en las banderas del movimiento estudiantil y social.

Mucho se dijo que el senador PS, Camilo Escalona, en su rol de factótum de Bachelet desde la primera campaña del 2005 y hasta hace poco, cumplía el papel de “garante” del statu quo. Él era la voz que daba tranquilidad a los sectores empresariales en cuanto a que los cambios a impulsar serían siempre en la medida de lo posible, conteniendo las propuestas más radicales. Algo que, desde la derecha hasta el establishment, era alabado y reconocido como su “visión de Estado”. Sin embargo, con el quiebre de relaciones entre la ex mandataria y el otrora hombre fuerte del PS, no son pocos quienes vaticinan que se perfilará la voluntad reformista de la abanderada. Esto, pues está consciente que un segundo gobierno suyo no resiste mantener las reglas del juego institucional —a nivel constitucional, electoral, tributario y educacional— como hasta ahora.

En esa suerte de vacío de poder que se produjo, más de alguno puede encontrar tierra fértil para las propuestas progresistas, sin terminar acusado de ‘estar fumando opio’. Esto, luego que los comunistas acordaron respaldar a Bachelet en las primarias del 30 de junio. Así, en esta reunión plasmaron las coincidencias programáticas y la expectativas que la colectividad tiene en la elaboración del programa de gobierno.

[cita]Entre los temas centrales para el PC, la izquierda y el movimiento social está la nacionalización de los recursos naturales. Quienes han estado presentes en las conversaciones con el comando de Tegualda —e incluso con la propia abanderada— afirman que hay coincidencia con Bachelet en este punto y que, si bien no se ha referido aún a la situación del cobre, desde el PC aseguran que la candidata ayer “habló con mucha fuerza sobre avanzar hacia la nacionalización del agua”.[/cita]

Sobre la mesa ayer hubo plena sintonía para hablar de las reformas en materia tributaria y educacional —con miras a la gratuidad universal—, desmunicipalización de la educación, eliminar el sistema electoral binominal, cambios en la Constitución, reformas laborales y avanzar en mejoras a la salud pública; descentralización, cultura, vivienda, pensiones, recursos naturales, juventud, derechos reproductivos y sexuales.

Bachelet ya es la carta presidencial del PS, el PPD, el MAS, el PC y la Izquierda Ciudadana, una convergencia de fuerzas que se inclinan hacia una agenda programática que busca alterar el statu quo, que se puede motejar de progresista y que hacen pensar que no son gratuitos los giros que la candidata ha dado en los temas centrales del debate nacional.

No hay que olvidar que a comienzos de abril, Bachelet se refirió a una de las materias más esperadas por la calle: la educación y manifestó su rechazo a dar gratuidad en la educación superior a “quienes pueden pagar”. Sin embargo, esa tesis fue variando hasta llegar a comprometerse con la gratuidad universal, como lo dijo ayer. Se trata de una postura que ha sido defendida públicamente por algunos de sus colaboradores en el comando, como es el caso de Claudia Sanhueza (miembro del equipo de Educación de Bachelet) y Fernando Atria (miembro del equipo de Nueva Constitución), quienes en una columna de opinión argumentan: “La pretensión de que la educación sea ‘gratuita’ implica transformar radicalmente la manera en que pensamos sobre educación: no ya como un bien que se compra y se vende en el mercado (y al que cada uno accede, entonces, en la medida de sus posibilidades), sino como un derecho social”.

El timonel del PC, Guillermo Tellier, ayer afirmó que se les abrieron “las puertas para contribuir a la discusión” del programa de gobierno de Bachelet, que van a integrar las comisiones programáticas del comando y que —en términos de propuestas— “esto no será un quinto gobierno de la Concertación”. Está claro que al incorporarse al seno del trabajo programático será más fácil, no sólo para los comunistas, sino que para el abanico de fuerzas que apoya a Bachelet impulsar una agenda programática que se haga cargo de las reformas que se exigen por el movimiento social. Y es que —dijo el diputado comunista— lo que surja como propuesta de programa final de gobierno, es lo que va a determinar, en gran medida, “el carácter que tendrá” un segundo mandato suyo.

Entre los temas centrales para el PC, la izquierda y el movimiento social está la nacionalización de los recursos naturales. Quienes han estado presentes en las conversaciones con el comando de Tegualda e incluso, en el diálogo con la propia abanderada aseguran que hay coincidencia con Bachelet en este punto y que, si bien no se ha referido aún a la situación del cobre, aseguran desde el PC que la candidata ayer “habló con mucha fuerza sobre avanzar hacia la nacionalización del agua”.

La asamblea constituyente no estuvo ausente en la reunión, ni tampoco de las coincidencias. “Hablamos de los cambios a la Constitución, efectivamente coincidimos que lo mejor sería la asamblea, ella nos dijo que se está estudiando el modo de hacer los cambios”, precisó Tellier, quien reconoció que es un tema difícil en sí mismo, porque nadie tiene la respuesta en estos momentos —acotó— de cómo hacer una, por lo que el objetivo es crear las condiciones para llegar a ella.

De sapos, enojos y disciplina

No es secreto que las Juventudes Comunistas no eran muy llanas a entregar el apoyo a Bachelet en las primarias, sino como en otras ocasiones de la última década, esperaban sumarse exclusivamente al balotage. Ello, pues se critica que la candidata ya tuvo su oportunidad para hacer cambios cuando gobernó entre el 2006 y el 2010, sin nunca haberlos concretado. Además dudan de la voluntad real de cambios de quienes la rodean —la Concertación—, y la acusan de haber sido ambigua.

Pero el PC hizo gala de su histórico “centralismo democrático”, para operarse de las diferencias internas. “Lo importante es el colectivo, el partido es más importante que la opinión que uno tenga y, por lo mismo, quienes están en contra de la decisión que se adoptó en el Comité Central, van a tener que tragarse el sapo no más, como muchos lo hemos hecho otras veces, a todos nos ha tocado”, precisaron desde la cúpula del PC.

Todo el fin de semana se habló y se comentó sobre la molestia que imperaba en sectores de las filas comunistas, una falta de sintonía entre la dirección adulta y “la Jota” que se hizo patente por otra vía, la menos pensada: la candidatura a diputada por La Florida de la ex dirigente estudiantil Camila Vallejo y el eventual “blindaje” —que despeje la competencia de otros nombres de la oposición— para asegurar su elección.

La jornada del lunes comenzó con una dura frase de Tellier en La Tercera: “El que se cumplan los compromisos es muy importante para el PC y es la base de nuestra credibilidad. Nosotros estamos haciendo una contribución electoral en todo Chile y el que Camila no vaya a primarias es el precio a pagar por eso”.

En el PC se comentó que Vallejo estaba muy molesta con el timonel, pues la había dejado como “la” moneda de cambio del partido para zanjar los acuerdos de la plantilla parlamentaria y como una figura que necesita protección especial para asegurar su opción de ser elegida. Esto es algo que la deja muy mal parada, considerando que ella ha sido uno de los rostros del movimiento social que denosta los acuerdos políticos y los “arreglines” entre cuatro paredes.

Ese enojo —agregaron— fue el que llevó a Camila Vallejo a aclarar su postura con un mensaje en Twitter: “Para los político-opinólogos aclararé que: siempre solicité primarias cuando no hubo acuerdo, pero nadie quería competir conmigo”. Así salió al paso de la polémica, marcando un claro matiz de diferencia con Tellier, quien la llamó por teléfono para aclarar la situación.

Vallejo no fue a la única que dio explicaciones por la frase de Tellier. El asunto también fue parte de la conversación con Bachelet, quien estaba preocupada de que el apoyo comunista a su candidatura quedara circunscrito —ante la opinión pública— a un mero arreglo, una “transacción”, la cual ella misma desechó: «No ha habido ni habrá transacción alguna. La gente me conoce, nunca he estado dispuesta a un tipo de acuerdo que implique una transacción”.

Por eso, aseguraron que el líder del PC garantizó a la candidata que él no dijo nunca que se cambiaba el apoyo a su opción presidencial por un blindaje a Vallejos, algo que luego reiteró cuando aseguró que “yo nunca he dicho eso”.

En el PC, de príncipe a paje, indicaron que el reclamo que hacen al resto de la oposición es que algunos partidos se han desdicho de anuncios públicos en materia electoral, aludiendo directamente a la DC que en abril aseguró que cedía el cupo de La Florida a la dirigente estudiantil, como al PS que en varias ocasiones aseguró que no llevaría postulante en ese distrito. «No es que los comunistas estén en contra de las primarias (…) Lo único que queremos es que se respeten los acuerdos y que también se respete a Camila, ya existía en la oposición el acuerdo de que iba de candidata, porque un partido le cedió el cupo. No es que nos estemos negando a hacer primarias, lo que queremos es que se respeten los acuerdos», explicó Tellier.

La oposición va a tener que zanjar pronto si harán o no primarias convencionales y el PC quiere además que se fije un “plazo político cuanto antes” para dilucidar los problemas de la plantilla.

Bachelet fue tajante, tal como lo hizo durante toda la trama de Escalona que tensionó por semanas al PS, para reiterar su postura a favor de primarias convencionales a fin de dirimir los puntos de conflicto en las listas parlamentarias: «Mi opinión es bien conocida, no la he cambiado. Y es un hecho de la causa que estoy participando de las primarias presidenciales».

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