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Piñera y la UDI acorralan a Larraín y partidos negocian fórmula para candidato único Sin embargo, timonel RN no descartó ir con dos candidatos a Noviembre

Piñera y la UDI acorralan a Larraín y partidos negocian fórmula para candidato único

La intervención del mandatario y la falta de unidad dentro de RN lograron que el controvertido dirigente se sentara a la mesa de negociación; sin embargo, fue imposible que se resolviera en esa instancia la compleja situación en que se encuentra sumido el oficialismo. Ahora nadie se atreve a vaticinar qué pasará en los próximos días, dado el escaso margen de tiempo que queda para la inscripción de los candidatos.


Aunque la intervención del Presidente Piñera logró volver a sentar a la mesa de negociaciones a los representantes de la Alianza, con lo que le dobló la mano al timonel de RN, Carlos Larraín, más tarde el controvertido dirigente se las arregló para dejar el proceso en punto muerto hasta este miércoles. Ello, porque ninguno de los partidos se abrió, en la primera cita, a avanzar seriamente en la propuesta del otro. El punto es que el mecanismo en el que se confluya finalmente debe coincidir cualitativa y cuantitativamente para que ambas colectividades sientan que están en igualdad de condiciones. No obstante, es difícil vaticinar un resultado, ya que la sensación que existe en la Alianza es que para el timonel de RN la mejor opción es llegar con dos candidatos a la primera vuelta y que sólo se sentó a negociar porque no tiene el control del partido, pues un importante sector se opone a seguir dilatando este proceso.

Así, ayer lunes al inicio de la jornada, los dirigentes de la UDI llegaron al comité político dispuestos a abordar el tema del candidato presidencial entusiasmados con la propuesta de la convención, surgida en el propio seno de Renovación Nacional. Esto, porque no dudaron ni por un segundo que con esa fórmula su candidata podría ganar con amplia ventaja. Pero ese era el mecanismo que menos le gustaba al máximo dirigente de RN, por lo que ante la amenaza de que sus socios lograran imponerlo, iba preparado para contraatacar con la idea de la primaria, acotada sólo a los militantes del sector si es necesario. Lo que distendió un poco el tenso ambiente que se vivía en la derecha y abrió el proceso a nuevas negociaciones. En Palacio consideraban ayer que “al menos esta vez” el gallito con Larraín lo ganó “por ahora” el Presidente.

Sin embargo, el comité político de la mañana estuvo lejos de ser relajado. Ministros y las directivas de la UDI y RN estuvieron por varias horas a puerta cerrada, una cita que para varios de sus asistentes fue “densa” y donde los personeros de ambas colectividades se sacaron  en cara todas y cada una de las declaraciones públicas que han cruzado desde el miércoles 17 cuando Pablo Longueira se bajó de la carrera presidencial.

[cita]Desde el 17 de julio, cuando se anunció la renuncia de Pablo Longueira a la candidatura presidencial, Larraín y su entorno más cercano comenzaron a sospechar que Piñera no había sido sorprendido por la noticia, como gran parte del mundo político, incluidos los máximos dirigentes de RN y su ex candidato presidencial, Andrés Allamand. A las pocas horas su conjetura se transformó en certeza, cuando se enteró que desde La Moneda se filtró que el mandatario estaba enterado del complicado problema de salud que afectaba al abanderado oficialista. Este escenario es el que provocó la dura reacción del timonel, los días que han seguido al anuncio y mientras se tomaban las definiciones en torno al reemplazante. [/cita]

Entre los factores que primaron ayer se comenta que hay algunas encuestas que evidencian el mal pie en que está quedando el oficialismo ante los ojos de la opinión pública al protagonizar una nueva disputa pública, un dato no menor en un año de elecciones parlamentarias.

Sin embargo, lo que más pesó en Larraín sería que en RN no hay una postura unánime de jugarse contra viento y marea por la opción de Andrés Allamand y por ende no contaba —agregaron desde el propio partido— con el “agua suficiente para tirarse a la piscina”.

Es que son varias las voces en RN y en el gobierno que coinciden y reconocen que el partido está “bastante dividido” en estos momentos. Algunos efectivamente están jugados a fondo por la opción de Allamand, especialmente a nivel de diputados, quienes ven los dividendos de tener un  abanderado propio que potencie la plantilla parlamentaria de la colectividad.

Pero el punto es que un sector ya se inclinó por Evelyn Matthei, lo confiesan en privado y están dando señales en ese sentido, de considerar que la UDI se jugó bien sus cartas y que la ex ministra del Trabajo es una mejor opción que Allamand para competir en noviembre con Michelle Bachelet.

“Eso fue lo que primó, a diferencia de la UDI que está cuadrada con Matthei, en RN no podían seguir tirando el elástico”, confesaban ayer en los patios de Palacio.

La Moneda y en particular Piñera se ha jugado públicamente por la opción de llegar a noviembre por un candidato único y si bien, reconocen en el gobierno que eso podría implicar un costo para el liderazgo del mandatario de no concretarse, lo están blindando desde ya con la estrategia de dirigir las culpas y todas la responsabilidad a las directivas de los partidos.

En el caso de RN y la directiva que encabeza Larraín, la señal desde La Moneda es clara: aseguran que Piñera cobrará al actual timonel la factura el próximo año con la presidencia del partido, una idea que apoyan varios en el gobierno, como una plataforma donde el mandatario se puede instalar una vez que entregue la banda presidencial en marzo.

En esa línea, ya dio algunas señales a más de un dirigente de la actual mesa directiva de RN, alineado con Larraín, al negarse durante todo el fin de semana a recibirlos en Cerro Castillo en circunstancia que mantuvo línea directa con otros cercanos a su postura de apoyar a Matthei.

EL SECRETO MEJOR GUARDADO

Desde el 17 de julio, cuando se anunció la renuncia de Pablo Longueira a la candidatura presidencial, Larraín y su entorno más cercano comenzaron a sospechar que Piñera no había sido sorprendido por la noticia, como gran parte del mundo político, incluidos los máximos dirigentes de RN y su ex candidato presidencial, Andrés Allamand. A las pocas horas su conjetura se transformó en certeza, cuando se enteró que desde La Moneda se filtró que el mandatario estaba enterado del complicado problema de salud que afectaba al abanderado oficialista. Este escenario es el que provocó la dura reacción del timonel, los días que han seguido al anuncio y mientras se tomaban las definiciones en torno al reemplazante.

Las relaciones entre Piñera y Larraín ya habían empeorado a raíz de la decisión inconsulta del dirigente de RN de sacar adelante el dormido acuerdo al que había llegado con la DC, en enero del 2012, para modificar el binominal, y este episodio no hizo más que profundizar esa molestia. Ello, porque el timonel y su entorno llegaron a la convicción de que el gobierno —al que han responsabilizado infatigablemente de la derrota de Allamand en la primaria— y la UDI se tomaron el tiempo para buscar a la reemplazante de Longueira. Y que pretendían imponérsela a Renovación en un movimiento rápido. Que todo lo que hicieron el gremialismo y el gobierno, los días posteriores a la renuncia de Longueira, no pasaba de ser un show, pues ya todo se había digitado antes. El que haya trascendido que el ministro del Interior y primo hermano del Presidente, Andrés Chadwick Piñera, haya sido el primero en enterarse en Palacio, confirmó la tesis en la directiva de Renovación.

Para peor, al ser los dirigentes de RN los últimos en enterarse tuvieron menos espacio de maniobra. Desde la UDI inmediatamente lanzaron el argumento de que siendo el partido triunfador en la primaria tenían “el mejor derecho” a nominar a quien reemplazaría a Longueira. Mientras que al frente se comenzó a socializar la idea de que si el abanderado renunció, debería sucederlo quien prácticamente sacó el 50 por ciento de los votos en la primaria. Y la figura del candidato unitario que había tratado de imponer Piñera desde la renuncia de Longueira comenzó a desdibujarse.

Pero la cita de la tarde en que representantes de ambos partidos trataron de llegar a un acuerdo quedó en punto muerto. Según quienes conocieron el contenido de la reunión, ambas partes insistieron en sus propuestas de la mañana. Por su parte, la UDI habría planteado una convención ampliada y sus socios la primaria acotada. Lo que no habría impedido el tan esperado acuerdo. Oficialmente los timoneles anunciaron que hoy analizarán las diferentes posibilidades en sus partidos y retomarán las negociaciones mañana miércoles. Sin embargo, la sensación con la que se levantó de la mesa el gremialismo es que entre sus socios no existe ánimo real para llegar a un candidato unitario. En Renovación, en tanto, esperan terminar con este polémico proceso, pues están convencidos de que si sigue dilatándose tendrán que pagar el costo ante el electorado aliancista. Por lo que Larraín se enfrenta a Piñera y la UDI con un partido dividido que lo está presionando para negociar.

Como corolario de la intensa jornada de ayer, tras la cita con la UDI, Carlos Larraín insistió en no descartar el escenario más temido en RN: llegar a la primera vuelta con dos candidatos. De ahí la importancia del trascendido de que Andrés Allamand hablaría hoy para dar su opinión acerca del proceso que está viviendo la Alianza. Esto, porque en Renovación hay quienes tienen la convicción de que es él quien puede cerrar definitivamente este capítulo y terminar con el verdadero espectáculo en que se ha convertido la nominación del abanderado oficialista. Por lo pronto, para hoy ha sido convocada nuevamente la Comisión Política que se suspendió ayer, aunque nadie se atreve a adelantar su resultado dado que el escenario cambia a cada momento. En La Moneda también hay cierto grado de escepticismo sobre lo que suceda en la derecha los próximos días.

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