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Insulza dice que en Chile no existe una crisis por lo que descarta realizar una asamblea constituyente Defiende la política de los consensos para cambiar la estructura política

Insulza dice que en Chile no existe una crisis por lo que descarta realizar una asamblea constituyente

“Se pueden hacer muchas reformas, pero no se va a conseguir cambiar algunos de los quórums especiales. Creo que para una reforma constitucional sí debería haber quórum especial, de todas maneras. Se requiere de un consenso mayor que ganar por un voto la asamblea constituyente. Eso termina pesando en la conciencia de las naciones. Estoy a favor de cambios en la Constitución, no me opongo a una asamblea constituyente, pero sobre la base de un universo acotado y con un mínimo de consenso, y no una aventura que plantean algunos constitucionalistas que dicen “le vamos a devolver al pueblo la soberanía” para que 200 personas hagan lo que quieran hacer con el país”, explica.


El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, se mostró en desacuerdo de una asamblea constituyente para cambiar la estructura política del país, argumentando para esto que en Chile no existe una crisis como en otros países de la región y se mostró partidario de la existencia de acuerdos para lograr modificaciones al sistema.

En entrevista a El Mercurio, Insulza explica que las reformas políticas y las que tienen que ver con lo valórico requieren grados de consenso, mencionando que “la Constitución es la ley de las leyes, y por lo tanto el consenso sobre algunas bases es indispensable. Si no, quedan muchos heridos en el camino y la gobernabilidad se hace más difícil”.

Respecto a la asamblea constituyente, el “Panzer” menciona que desde hace un tiempo se viene hablando de este tema y que significa “borrón y cuenta nueva; o sea, “el pueblo elige una asamblea y el pueblo recibe de vuelta la soberanía”. Por lo tanto, 200 señores que son elegidos de la misma manera que los senadores y diputados se transforman en “el pueblo que refunda la nación”. Creo que hay dos periodos. Uno, que es buscar un mínimo razonable de consenso sobre los temas en que se van a introducir reformas. Y después se puede hacer lo que usted quiera: asamblea constituyente, comisión bicameral; lo que sea. No estoy de acuerdo con un llamado al pueblo a reformular la estructura política de la nación”.

Asimismo, el ex ministro del Interior sale al paso de quienes defienden la asamblea constituyente, señalando que es países como Ecuador, Venezuela o Bolivia eran válida hacerlas porque atravesaban crisis internas. Sin embargo, expone que “hoy en Chile no tenemos esa crisis. A la gente no le gusta el binominal, no le gustan algunas cosas de las bases económicas, a otros no les gusta que los pueblos indígenas no sean reconocidos, pero todas esas cosas se pueden poner en una fórmula que incluso puede terminar en una asamblea constituyente, pero debe haber un consenso previo”, lo cual se lograría “hablando con todos y también con los actores sociales para que hagan sus planteamientos”.

Además, Insulza discrepa con algunos de la Concertación que plantean la necesidad de tener mayoría en el Congreso para sacar adelante las reformas planteadas. “Se pueden hacer muchas reformas, pero no se va a conseguir cambiar algunos de los quórums especiales. Creo que para una reforma constitucional sí debería haber quórum especial, de todas maneras. Se requiere de un consenso mayor que ganar por un voto la asamblea constituyente. Eso termina pesando en la conciencia de las naciones. Estoy a favor de cambios en la Constitución, no me opongo a una asamblea constituyente, pero sobre la base de un universo acotado y con un mínimo de consenso, y no una aventura que plantean algunos constitucionalistas que dicen “le vamos a devolver al pueblo la soberanía” para que 200 personas hagan lo que quieran hacer con el país”, explica.

Insulza también estima que sería un factor desestabilizador para el país realizar una asamblea constituyente por decreto, tal como lo han propuesto algunos personeros de la Nueva Mayoría.

“La sociedad chilena tiene algunos problemas, y serios, pero no se ve una crisis de sociedad que exija una refundación de la nación. No estoy muy seguro de que ese tipo de big bang sea lo mejor en un sistema político insuficiente, insatisfactorio, irritante, todo lo que se quiera, pero que no está en una crisis profunda. Los jóvenes pueden decir que quieren cambiar todo, pero su conducta es bastante aceptable desde el punto de vista de la convivencia social”, expone.

El secretario general de la OEA también defiende el rol de los partidos políticos dentro de una sociedad democrática en el sentido de que son estos los que deben canalizar las demandas de la calle, pero agrega que estos “tienen que ser más creíbles y más transparentes de lo que son ahora. Esta es la única forma que se ha descubierto para unificar voluntades. La gente sale a protestar y a pedir cosas, y cada uno no sabe bien lo que está pidiendo el otro. Pero es la conducción política la que debe ser capaz de interpretarlo”.

Ante el cuestionamiento que tienen actualmente los partidos políticos, Insulza expresa que “antes los partidos tenían facciones; ahora están compuestos por individuos que cuidan sus pretensiones. Todos exigen para sí mismos, nadie exige para el colectivo”.

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