En 2006 la secretaria de Estado se integró al gobierno corporativo de Provida, cuando se discutió la reforma previsional durante la primera administración de Bachelet. Frente a las críticas declaró no estar arrepentida de participar en la entidad.
En el Gobierno de Ricardo Lagos Escobar, la abogada Ximena Rincón fue nombrada a cargo de la Superintendencia de Seguridad Social y luego Intendenta de Santiago. En 2006 dejó la administración pública para seguir en el rubro de la seguridad social, pero desde el mundo privado.
Ese año, Rincón se integró a la AFP Provida al igual que el también ex senador del PS José Antonio Viera-Gallo. Su incorporación coincidió con la discusión de la reforma previsional, uno de los proyectos emblema de la primera administración de Michelle Bachelet.
Como era previsible, el salto a la industria del sector que le tocó regular desde el Gobierno le trajo críticas a Rincón: «No es casualidad que cuando vamos a ver una reforma previsional, que va a ser uno de los ejes importantes de este Gobierno, dos personeros, como (José Antonio) Viera-Gallo y Rincón, pasen a ser partícipes de ese tipo de empresas”, dijo la diputada Alejandra Sepúlveda, entonces de la DC.
La propia Rincón abordó el tema en 2008: “La verdad es que no me arrepiento, era una tremenda oportunidad, es una empresa de seguridad social que administra beneficios de seguridad social”, dijo, según consigna The Clinic.
Recientemente la ex ministra de la Segpres reconoció una relación sentimental con el ejecutivo Jorge Rosenblut, presidente de la eléctrica Endesa.
