Hugo Dolmestch
El presidente del máximo tribunal del país aseguró que los temores sobre abusos similares a los ocurridos en dictadura, son infundados. «No queda nadie de aquella época, ahora gente abusadora va a haber en todas partes, pero la formación que tiene la policía hoy es muy distinta», dijo.
El Presidente de la Corte Suprema Hugo Dolmestch en el contexto del inicio del año judicial, conversó con radio Cooperativa y entre otros temas abordó la controversia que ha generado el proyecto de la «agenda corta» antidelincuencia, que busca reponer el control preventivo de identidad.
«Hay una exagerada desconfianza de las policías, la gente dice ‘policías es igual a atropello, es igual a abuso, a gobierno militar’ en cuanto a su actuación y yo creo que en eso los parlamentarios exageran», dijo el juez que preside el máximo tribunal del país, en referencia a senadores y diputados como los de la «bancada estudiantil», que han criticado la medida.
Dolmestch hizo presente que en los cuerpos policiales que actualmente prestan servicio, no quedan personas asociadas a la dictadura, que podrían ser más proclives a generar atropellos. «Yo tengo una idea respecto de las policías que es distinta. En las policías actuales yo creo que no queda nadie de aquella época. Gente abusadora va a haber en todas partes, pero la formación que tiene la policía hoy es muy distinta».
En el mismo sentido, el presidente de la Corte Suprema afirmó que, frente a una ley de este tipo, la persona que sea controlada «tendría derecho a su vez de identificar a su contraparte, que es el carabinero o es el policía, eso aparece como una cosa bonita pero puede ser válido para nosotros», dijo.
Respecto a la manera como se está administrando la justicia, Dolmestch hizo en parte un mea culpa afirmando que «creo que podríamos ser un poco más estrictos con el principio de inocencia, el que para poder vencerlo se requiere una condena o una prisión preventiva, pero como los fiscales no piden esta prisión preventiva, muchas veces llegan a salidas alternativas y a la semana o a las dos semanas vuelve a delinquir».
