Para el ex ministro de Pinochet, el origen de la “tragedia” que amenaza a Chile es culpa del gobierno anterior, en el cual era Presidente su hermano Sebastián Piñera. Afirma que al poner en el centro de las políticas públicas el disminuir la desigualdad de los ingresos se erosionó el modelo y advierte que el país podría incluso volver al subdesarrollo.
La revista Economía y Sociedad fue creada por José Piñera a fines de la década de los 70. Este es su quinto lanzamiento, el mismo día de la caída del muro de Berlín y, paradójicamente, el mismo día en que en Chile se movilizó más de un millón de personas para terminar con el sistema de las AFP, del cual a Piñera se le ha denominado “el padre”.
En el editorial de la revista, el ex ministro del Trabajo de Augusto Pinochet señala que “sería interminable realizar el recuento completo de cómo este proceso (la implementación del modelo de libre mercado) mejoró, sustancialmente, la calidad de la vida diaria de los chilenos” y afirma que Chile es el “líder absoluto” en América Latina en calidad de vida.
Sin embargo, para el padre de las AFP, está ocurriendo una tragedia que amenaza la prosperidad de los chilenos y la paz cívica. Es que la libertad económica en Chile va en descenso: el gasto público aumentó en un 60% y la tasa de impuestos a las empresas en otro 60%.
Para José Piñera, también la Reforma Tributaria “eliminó de golpe el gran incentivo a la reinversión de las utilidades introducido por ex Ministro Hernán Büchi”, quien lideró la cartera de Hacienda durante la dictadura militar y que anunció en abril de este año que dejaría el país.
Y en el origen de esta catástrofe culpa a su hermano Sebastián Piñera: “El gobierno anterior rompió el foco que había caracterizado a las políticas públicas desde 1975 al señalar, sorpresiva e inexplicablemente, que la desigualdad era el problema principal del país”. Aquí es cuando el economista cree que se comenzó a erosionar el modelo, “cuando se cambió el foco moral de las políticas públicas y se priorizó disminuir la desigualdad en los ingresos, en perjuicio de reducir la pobreza”, y agregó que “nadie muere de desigualdad”.
El ex ministro del Trabajo lamenta que esta “tragedia” podría llevar al país al subdesarrollo. Sin embargo, dentro de este “panorama desolador”, el padre de las AFP se siente esperanzado: “Todavía vive el modelo económico de libre mercado”.
