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Máquinas resolviendo casos judiciales: ¿cómo impactará la inteligencia artificial al ejercicio del Derecho? Digital

Máquinas resolviendo casos judiciales: ¿cómo impactará la inteligencia artificial al ejercicio del Derecho?

La predicción de decisiones de jueces o de otras formas de resolución de conflictos o aplicar la ley tiene en función de una comprensión humana de las conductas son parte de los desafíos del Derecho ante las nuevas tecnologías.


La predicción de sentencias, veredictos o resultados de litigios ya es una realidad a la hora de hablar de inteligencia artificial aplicada al Derecho. Aunque pueda sonar lejano, es un tema que motiva la reflexión académica en la Universidad Autónoma de Chile donde se realizó la conferencia “Datos, algoritmos y derecho procesal».

La jornada, organizada por el Instituto de Investigación en Derecho (IID), tuvo como principal expositor a Vicente Guzmán, rector de la universidad española Pablo de Olavide, quien explicó que el tema tiene una serie de “perspectivas” que por un lado son “apasionantes” pero que, por otro, “producen cierta zozobra” sobre el futuro.

Pero puntualmente, ¿cómo aplica la inteligencia artificial en el ámbito judicial? De acuerdo con el Dr. Guzmán, la perspectiva más llamativa es la predicción de decisiones de jueces o de otras formas de resolución de conflictos.

“La predictibilidad mediante inteligencia artificial se basa en algoritmos: sistemas de expertos legales que están funcionando bajo parámetros de aprendizajes automáticos profundos, entonces a medida que van haciendo diagnósticos van mejorando y aprendiendo de sus errores y por lo tanto, perfeccionan su funcionamiento”, explicó el especialista.

Lo más destacable es que esta tecnología permite que los jueces y los funcionarios de los juzgados accedan a los resultados previstos, transformándose en “un sistema de ayuda a la toma de decisión”.

Junto con ello, está la rapidez con que las máquinas pueden recopilar y leer información, lo que disminuye los tiempos judiciales: “La capacidad de procesamiento de información y de extracción de información útil, las máquinas la tienen con más potencia que un ser humano. Mientras eso sea para ayudar a un juez humano a decidir, eso no causará ningún problema”, advierte el experto.

Las dificultades vendrían de la mano de la carencia de la inteligencia emocional de las máquinas: “Los seres humanos cuando tomamos una decisión se hace en base a factores objetivos pero también a factores subjetivos que da un sesgo de humanidad a cualquier decisión. En el caso de los conflictos jurídicos, aparte de la aplicación de la ley, hay veces en los que la aplicación de la ley tiene que estar también en función de una comprensión humana de las conductas y eso no lo tienen las máquinas”, sostuvo el Dr. Guzmán.

“Por eso es importante que investigadores del campo del derecho se unan con investigadores de la ingeniería informática e investigadores de la ética para estar preparados para dar respuestas a lo que plantee la aplicación de inteligencia artificial a la solución de conflictos”, concluyó.

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