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¿Densificar para integrar? Opinión

¿Densificar para integrar?

Pilar Goycoolea Ferrer
Por : Pilar Goycoolea Ferrer Directora Ejecutiva Urbanismo Social. Colaboradora proyecto Ciudad con Todos
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Creer que el desarrollo inmobiliario y los tipos de vivienda solo cambian el aspecto físico de la ciudad, sin dimensionar sus repercusiones sociales en el bienestar de las personas y en la vida de barrio, es una miopía. Por esto, es importante hacerlo bien.

La densificación tiene la oportunidad de disminuir los graves problemas de segregación, posibilitando que más familias accedan a zonas con equipamiento urbano y buena conectividad.

Así mismo lo plantea la propuesta de Ley de Integración Social, incentivando la densificación para generar viviendas accesibles en zonas bien localizadas. Sin embargo, según los últimos datos del proyecto Ciudad con Todos: Diálogo para una Densificación Equilibrada, solo el 2,5% de las viviendas nuevas adquiridas en la Región Metropolitana durante el 2018, tenían un precio accesible para el 40% de la población con menores ingresos.

En comunas centrales de Santiago, la oferta de viviendas nuevas se centra principalmente en departamentos de un dormitorio, lo que no siempre es acorde a las necesidades de quienes habitan dichas comunas. No es casualidad que en tres comunas de la capital (Independencia, Estación Central y Santiago), más de la mitad de las viviendas adquiridas durante el 2018 fueron de un dormitorio.

Entonces, ¿para quién estamos realmente densificando? ¿La actual densificación está aportando a la integración social?

Más precisamente, lo que los números muestran hoy es que se están desarrollando barrios homogéneos, perdiendo su riqueza y que la oferta inmobiliaria no se ajusta  a la necesidad de los habitantes de las comunas más centrales. Esto contribuye a expulsar de la comuna a quienes no tienen los recursos para acceder a la vivienda definitiva, y a incentivar el arriendo, posiblemente precario, generando situaciones de allegamiento y hacinamiento familiar para quienes, por quedarse en la comuna, intentan adaptarse a una oferta inaccesible y que no los representa.

Más que demonizar al sector inmobiliario que, como somos testigos, ha demostrado querer entender y aportar a una discusión más responsable e informada sobre la densificación, estos datos buscan aportar a una discusión crítica. Buscamos que la “integración social” no se use como pretexto para densificar desequilibradamente, y así contribuir al desarrollo de políticas públicas que mejoren el contexto urbano social y se avance hacia una oferta de viviendas que ponga a las personas y sus necesidades en el centro del desarrollo.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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