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Emprendedores chilenos combaten la desigualdad ambiental con tecnología Innovación

Emprendedores chilenos combaten la desigualdad ambiental con tecnología

A través de un monitoreo de bajo costo permiten alertar de posibles alteraciones medioambientales antes de que estalle una crisis, entregando mejor información sobre la temática a las comunidades.


El estallido social ha mostrado la desigualdad existente en una serie de ámbitos dentro del país, entre ellos uno muchas veces ignorado como es el medioambiental. Esto pese a que gran parte de los chilenos muestran interés por estas temáticas. Una encuesta realizada por Activa Research en septiembre, reveló que el 86% de los chilenos dice estar muy preocupado por los asuntos medioambientales de nuestro país.

Uno de los principales problemas en este sentido es la falta de acceso a información clara y de calidad que sufren las comunidades que deben convivir con las diferentes actividades productivas. La falta de análisis sobre los impactos que ellas producen, o lo excesivamente técnica de la información que se entrega, dificulta el entendimiento entre ambas partes.

“En el contexto de la crisis de confianza que vive Chile, las controversias ambientales han aumentado considerablemente, lo que evidencia que el cumplimiento de las leyes ambientales no es suficiente para lograr una buena convivencia entre empresas y comunidades”, dice Nicole Norel, fundadora y directora ejecutiva de NAWI, un emprendimiento dedicado a diseñar sistemas de monitoreo ambiental al alcance de todos.

Para esto, la empresa utiliza las nuevas tecnologías de internet de las cosas, como sensores de bajo costo y técnicas de procesamiento de imágenes satelitales, que permiten levantar datos ambientales de forma automática a un costo varias veces menor que las campañas de terreno tradicionales, con esto es viable monitorear de forma continua grandes superficies del territorio y generar sistemas de alerta temprana, que permitan enterarse de los problemas antes de que se genere una crisis socio ambiental.

“Es similar a las alarmas de las casas, a veces suenan porque entró un gato, por lo que no hay que entrar en pánico, pero si es bueno ir a ver qué está pasando, para que en caso que la alarma sea efectiva se tomen las medidas a tiempo”, dice Norel. “Lo más importante es que existan protocolos de acción consensuados entre comunidades, gobiernos locales y empresas, en caso de que emita alguna alerta, para que se verifique de forma rápida cualquier incidencia”.

La experta explica que la instalación de este tipo de sistemas de monitoreo preventivo permiten saber con antelación a una posible infracción ambiental que algo no anda del todo bien. “Con el ruido por ejemplo, las empresas podrían ser advertidas cuando estén a punto de superar los decibeles permitidos para que corrijan la situación antes de que sea necesario poner una denuncia y cursar una multa. Lo mismo con el exceso de material particulado asociado a obras de construcción o perforaciones”.

“Nuestro propósito es generar puentes de acercamiento entre los diferentes actores en los territorios. La protección del ecosistema, y por ende de la calidad de vida de todos y todas nosotros, es una tarea colectiva y creemos que dotar de información clara, creíble y continúa es el primer paso para que cada uno tome conciencia y vea cómo puede aportar desde su vereda para el beneficio colectivo”, concluye Norel.

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