Salud
Esta fatiga, también llamada emocional, la ha experimentado millones de personas en el mundo y está asociada directamente a la salud mental. El sentimiento de agotamiento y desmotivación son algunos de sus síntomas más importantes y puede desarrollar trastornos más graves en relación con el ciclo del sueño, apetito y ansiedad.
La fatiga pandémica, también llamada fatiga emocional por la Organización Mundial de la Salud (OMS), es provocada por el coronavirus y se asocia a un sentimiento constante de agotamiento mental, apatía y desmotivación hacia las cosas que nos gustan hacer.
La pandemia ha transformado el mundo y ha obligado a las personas a crear nuevos hábitos relacionados con su estilo de vida. El temor y la incertidumbre por el futuro no quedan exentos de estas nuevas experiencias. El estrés asociado a una situación anormal, como una pandemia, puede provocar serios problemas en la salud mental generando cambios emocionales y, muchas veces, la sensación de agobio a raíz del contexto mundial.
La psicóloga clínica y directora de la revista Salud LMental, Verónica Garay afirma que durante la fatiga emocional “se ve amenazado el plano de la supervivencia y de la confianza básica, junto con los vínculos más significativos, a quienes deja de verse, al haber distanciamiento social obligado. La mayor fuente de recuperación humana, el afecto y expresión de emociones, ahora está ausente”.
Estas sensaciones pueden causar problemas psicológicos más serios como trastornos del sueño, alteraciones en la concentración, cambios en el apetito y cuadros de estrés.
El psiquiatra parte de la Comisión de Salud Mental del Colegio Médico, Nicolás Zamorano indica que durante la pandemia “la mayoría de las personas van a experimentar ansiedad, síntomas depresivos, dificultades para dormir o conciliar el sueño y medio, pero solo algunas de estas personas van a desarrollar algo más significativos como distinto tipos de trastornos”.
Además, el doctor dio una serie de recomendaciones para que las personas puedan cuidar su salud mental en tiempos de incertidumbre, entre ellas nombró mantener un estilo de vida saludable con horarios adecuados para comer y dormir, una buena higiene de sueño, intentar seguir manteniendo una rutina definida y controlar la exposición a las redes sociales.
La OMS ya ha alertado estos efectos psicológicos en la población europea. En el continente se ha evidenciado un alto nivel de apatía según un comunicado de la Organización. Esta situación, no ha afectado a todos los países por igual. Sin embargo, en algunas poblaciones la fatiga emocional ha afectado en más del 60% de las personas.
Sobre este hecho, el director regional de Europa de la OMS, Hans Henri P. Kluge afirmó que «los ciudadanos han hecho grandes esfuerzos para contener el Covid-19, el cual ha tenido un coste extraordinario porque nos ha agotado a todos, sin importar dónde vivimos o qué hacemos. Por ello, es fácil y natural sentirse apático y desmotivado, experimentar fatiga»;.
