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A 25 años del primer «smartphone» Digital

A 25 años del primer «smartphone»

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El Nokia 9000 Communicator marcó el torpe comienzo de la era de los teléfonos inteligentes mucho antes de la Blackberry o del iPhone de Apple con un terminal plegable con teclado completo.


Hace 25 años, Nokia prometió «la oficina en el bolsillo» al lanzar al mercado un teléfono móvil que puede ser considerado el precursor de los actuales ‘smartphones’. Más vale que sea un bolsillo voluminoso del chaleco: el modelo Nokia 9000 Communicator tenía casi cuatro centímetros de grosor y pesaba algo menos de 400 gramos. Pero, como un mini computador portátil, podía abrirse para mostrar un teclado y una pantalla en blanco y negro de 4,5 pulgadas (una diagonal de 11,5 cm).

El Nokia 9000 Comunicator se presentó en la feria de informática CeBIT 1996 en Hannover, Alemania, y se lanzó el 15 de agosto de ese año. El dispositivo marcó la idea de cómo debía ser un smartphone durante una década: con botones. Muchos botones. Eran pequeñas computadoras para gente que se desplazaba mucho.

El Nokia Communicator 9000.

El Nokia Communicator 9000.

Teléfonos Blackberry basados en la misma idea

Después del Communicator, los teléfonos Blackberry con sus teclados llevaron la idea a la perfección, hasta que el iPhone de Apple, con su pantalla multitáctil, torpedeó este concepto en 2007 y sentó las bases de los ‘smartphones’ actuales. Que, por cierto, pueden funcionar como oficinas en el bolsillo del chaleco, como se vio especialmente en la pandemia de Corona. Sin embargo también fue Nokia quien sacó el primer teléfono de pantalla táctil: el Nokia 7710.

No tuvo el éxito esperado. El fabricante finlandés debió pensar que el público no quería teléfonos de pantalla táctil. Incluso el Nokia 7700, un modelo previo anunciado en el Mobile World Congress de 2003, que entonces era en Cannes y no en Barcelona, no llegó sin embargo a salir a la venta.

El Nokia 7710 en una tienda de Copenhague: costaba más de cuatro mil coronas en 2007, unos 550 euros.

El Nokia 7710 en una tienda de Copenhague: costaba más de cuatro mil coronas en 2007, unos 550 euros.

En la década de 1990 solo se podía soñar con las capacidades de los actuales ‘smartphones’, como el visionario cortometraje de Microsoft «Information at your fingertips» (‘Información en la yema de tus dedos’) de 1994, que mostraba dispositivos de bolsillo con grandes pantallas conectados a internet.

En el vídeo que Bill Gates presentó en un discurso en la ya desaparecida feria de informática Comdex de Las Vegas, el ‘smartphone’ ya se utilizaba también para pagar un café sin contacto y sin dinero en efectivo.

Al mismo tiempo, fue una época de eclosión en la que muchos intentaron hacer realidad, con la tecnología disponible, al menos algunas innovaciones en la tecnología móvil. Cuanto más audaces eran los visionarios, más estrepitosos eran algunos de los fracasos.

La PDA ('personal digital assistant' o 'asistente personal digital') de Blackberry en una presentación de la feria de muestras IFA de Berlín en 2005.

La PDA (‘personal digital assistant’ o ‘asistente personal digital’) de Blackberry en una presentación de la feria de muestras IFA de Berlín en 2005.

Fracasos no solo en Apple

La compañía Apple, a la deriva sin su fundador Steve Jobs, tuvo un fracaso con su Newton. La particularidad del aparato era que debía reconocer la escritura a mano con un lápiz óptico y una gran pantalla, pero el software fallaba precisamente en eso.

La start-up General Magic intentó durante años poner en marcha un dispositivo con pantalla táctil que anticipaba conceptualmente muchas de las funciones de los posteriores ‘smartphones’, pero al final fue demasiado ambicioso para las posibilidades técnicas del momento.

Pequeña oficina para llevar

El punto fuerte del enfoque de Nokia con el Communicator fue su sencillez. El dispositivo no prometía ninguna innovación revolucionaria, pero realmente ofrecía la posibilidad de realizar algunas tareas de oficina sobre la marcha. Era posible enviar y recibir faxes y correos electrónicos. El dispositivo también ofrecía acceso a una libreta de direcciones y una agenda. El precio era de 2.700 marcos sin tarjeta SIM (es decir, unos 1.380 euros -teniendo en cuenta la inflación, sería mucho más ahora-).

Plegado, el 9000 Communicator tenía el aspecto de un teléfono móvil convencional y sencillo, con teclas de marcación y una pequeña pantalla, pero un poco más voluminoso. La pantalla interior tenía una resolución de 640 por 200 píxeles. Esto parece una broma para los estándares de hoy en día, pero en aquel entonces, 640 por 480 píxeles eran el estándar incluso para los grandes monitores de ordenador.

El Nokia Communicator con su adaptador para auto.

El Nokia Communicator con su adaptador para auto.

Hoy día, objetos de coleccionista

El primer Comunicator no tenía posicionamiento GPS, ni cámara, ni toma de auriculares, es decir, muchas de las cosas que hoy componen un ‘smartphone’. Sin embargo, el dispositivo tuvo el suficiente éxito como para que Nokia lanzara otros modelos a lo largo de los años, que fueron actualizándose técnicamente. Un último intento de llevar el concepto a la era de los ‘smartphones’ modernos lo hicieron los finlandeses en 2011 con el Nokia E7, en el que la pantalla podía deslizarse hacia arriba para mostrar el teclado debajo.

Quienes todavía tengan un Nokia Communicator 9000 perdido en los cajones no deben tirarlo al reciclaje de residuos peligrosos en la próxima limpieza. En eBay y otras plataformas, los primeros ‘smartphones’ siguen teniendo demanda y alcanzan precios de venta superiores a los 500 euros.

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