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El cáncer al pulmón ha estado en el foco de la oncología en Chile, convirtiéndose en el principal cáncer con resultado de muerte en el país y uno que cuenta con las incidencias más altas. Durante la pandemia, las dificultades para la detección y tratamiento se hicieron visibles tanto en la salud pública como privada. En este contexto, Ronald Rodríguez, médico oncólogo del Instituto Nacional del cáncer, se refiere a la situación real de esta enfermedad y los futuros desafíos que existen en torno a esta realidad.
La llegada del coronavirus ha afectado la detección y tratamiento de otras enfermedades tanto a nivel nacional como mundial. Este año, por primera vez en el país, el cáncer se posicionó como la principal causa de muerte en Chile, en donde se estima que, debido a la pandemia, un 30% de los cánceres se detecten de forma más tardía, ya sea porque las personas evitan exponerse en centros de salud o los desafíos que están enfrentando los sistemas de salud, públicos y privados, debido a la alta demanda de pacientes.
El cáncer al pulmón está entre los que más produce muertes en el país. Según datos de Globocan, durante 3.550 personas fallecieron por esta causa. En este contexto, Ronald Rodríguez, médico oncólogo del Instituto Nacional del cáncer, quien enfatiza que en el país, normalmente el 80% de los pacientes de esta enfermedad la descubre en una fase de etapa avanzada, ahora, debido a la pandemia, esto ocurre con casi la totalidad de los pacientes.
El experto indica que este cáncer en términos de incidencia, es el segundo o tercero en el país mientras que en mortalidad es el principal. Los factores de riesgos para desarrollar esta enfermedad es el tabaquismo y la minería, por lo que zonas del norte, como Antofagasta, la incidencia es incluso mayor.
Respecto a la prevención, el especialista destaca la importancia del screening para la detección precoz como cualquier otra enfermedad. Sin embargo, enfatiza en políticas públicas orientadas a la educación, disminuir la polución y el tabaquismo en la sociedad. Además, agrega que es necesario poner programas a prueba de detección temprana en el sistema público, con el apoyo de una infraestructura fuerte y diversidad de expertos.
Por último, Rodríguez se refirió a diferentes tipos de tratamientos que existen actualmente para combatir esta afección, los cuales dependerán del diagnostico. Si el cáncer se diagnostica en una etapa más temprana, los tratamientos estarán orientados a la curación de la enfermedad como la radioterapia o quimioterapia, mientras que si se detecta en etapa cuatro o avanzado, el paciente, probablemente, recibirá tratamientos paliativos, los cuales serán los encargados de entregarle la mejor calidad de vida posible.
