Sustentabilidad
El 2020 vino con nuevas costumbres que hasta hoy se llevan en la sociedad debido a la pandemia del COVID-19. Las mascarillas se volvieron parte fundamental de la lucha contra el virus que ha dejado en nuestro país aproximadamente 38.812 víctimas. A pesar del beneficio que tiene su uso, trae grandes consecuencias negativas en el ámbito medioambiental.
La pandemia del Covid-19, trajo varias nuevas enseñanzas, como el uso de alcohol gel o lavado de manos constante y la utilización de mascarilla sobre todo en lugares cerrados. Esta última siendo obligatoria hasta ahora en nuestro país, algo que está afectando cada vez más a nivel medioambiental.
Las conocidas mascarillas quirúrgicas o de tres capas, están confeccionadas de diminutas fibras de polipropileno, que tardan alrededor de 450 años en degradarse. Siendo estas una de las principales causantes de la gran cantidad de residuos plásticos que terminan acumulándose en medios marinos y terrestres, ocasionando daños a animales, seres humanos y a los ambientes naturales.
El tiempo máximo de uso de las de tres pliegues es de tres horas, siempre teniendo en cuenta que, si la mascarilla se humedece o se rompió, se debe hacer el cambio de manera inmediata. Si se considera que se ocupan dos por día, en el país se desecharían 34 millones de ellas, aproximadamente, cada 24 horas.
Por otra parte, la opción de las conocidas KN95, donde la marca chilena BioDefender, únicos fabricantes de este tipo de mascarillas en el país, distribuyen el producto que cumple con distintas certificaciones internacionales, a todo Chile. Estas pueden ser ocupadas hasta 48 horas continuas, gracias a sus cinco capas de protección, lo que no solo aumenta la barrera de defensa, sino que también ayuda a no generar tantos residuos.
Si se hace la comparación, una KN95 equivaldría a 16 mascarillas quirúrgicas, ya que con estas últimas se recomienda que sean de exclusivamente un uso, mientras que la otra opción se podría ocupar 16 veces por tres horas cada vez y luego desecharlas.
Cabe destacar que este tipo de mascarilla está reconocida a nivel mundial como la más apta para protegerse del virus del Covid-19, puesto que filtran hasta un 99,9% de las partículas de aire, a diferencia de las mascarillas quirúrgicas, comúnmente usadas que registran un 90% de protección.
