¿Cómo enfrentar el diagnóstico de cáncer en la familia?

Muchas veces el diagnóstico de cáncer es descrito como “un terremoto, una ola gigante que llegó y te dio vuelta, como algo imprevisto. Una crisis para la que nadie está preparado y que se vive con mucho temor e incertidumbre”, señala Daniela Rojas Miranda, psicooncóloga y directora ejecutiva de la Corporación Yo Mujer.

Ella junto a la psicooncóloga Isabel Valles Varela lanzaron ocho libros digitales dirigido a los pacientes oncológicos y sus cuidadores, con el propósito de que puedan mejorar su calidad de vida y que se sientan acompañados en el camino de esta enfermedad.

El cáncer es la segunda causa de muerte, de acuerdo al Plan Nacional del Cáncer 2018-2028 y por eso uno de los retos de realizar este material de apoyo era cambiar el lenguaje técnico, que muchas veces puede llegar a confundir y hasta asustar.

Por ello, Valles afirma que uno de los aportes es “cambiar este lenguaje por uno más comprensible y poder educar al paciente y a su entorno”. Para ello, contaron con el apoyo del Laboratorio Chile | Teva .

Expresar lo que sentimos 

Desde sentimientos de tristeza, nerviosismo, culpa, desinterés y preocupación, hasta síntomas físicos como dolores en el cuerpo, temblores, aumento de peso y fatiga. Esto es lo que pueden experimentar los pacientes con cáncer una vez recibido el diagnóstico. No se debe fingir que la enfermedad “no existiera”, sino que debe incorporarse a la vida cotidiana, se debe enfrentar y conversar con los cercanos.  Es importante descansar, pedir ayuda, llorar, escribir y prepararse para las visitas médicas. 

Rojas en uno de los librillos señala que “se recomienda expresar las emociones y no temer a hacerlo. Muchos pacientes sienten pudor de expresar lo que sienten y eso es un error”. 

Otro de los librillos lleva el título de “Cómo abordar el cáncer con los hijos”. Millones de madres en el mundo han tenido que informar a sus hijos pequeños su diagnóstico de cáncer. En este texto, se explican detalladamente las mejores maneras de abarcar el tema y las preguntas más comunes que pueden hacer niños y adolescentes.

Las recomendaciones de las especialistas son:

• Si bien es un tema que se debe tratar con los hijos y se puede explicar el diagnóstico y el proceso, al mismo tiempo tener control sobre la situación. 
• El proceso debe ser lento y gradual, partiendo desde lo más general: esto facilita la comprensión y asimilación de forma paulatina. Antes de hablar del tema con los hijos, los padres deben prepararse, así como se recomienda que ambos participen del proceso, independiente de quién está enfermo. Los padres deben estar completamente informados y con todas sus dudas aclaradas por los profesionales de la salud, guías en este viaje.
• Para iniciar la conversación, se debe buscar un lugar tranquilo y cómodo, evitar la interferencia (interrupciones, ruidos, televisión, radio y teléfono), mantener contacto físico y visual, siempre mostrando cercanía y cariño. Es importante estar preparados para preguntas, escuchar sus opiniones y comentarios, así como de brindar contención. 
• Los niños preescolares y en edad escolar pueden tener un conocimiento más limitado o básico, por lo que se debe ser concreto al explicar el proceso y ajustarlo a sus conocimientos.
• En el caso de los adolescentes, las reacciones pueden ser más fuertes. Los preadolescentes pueden sentirse abrumados y que se les haga difícil. Se recomienda hacerlos parte de las visitas al doctor o al hospital, invitarlos a informarse y estudiar al respecto. Es normal si los adolescentes entre 13 y 18 puedan sentir “entorpecida” la relación con sus padres o que no sepan cómo enfrentar correctamente sus emociones. Los padres y seres queridos deben animarlos a expresarse.