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Menor tolerancia a la frustración y problemas para dormir son algunas de las dificultades de los niños y niñas en pandemia Niñez

Menor tolerancia a la frustración y problemas para dormir son algunas de las dificultades de los niños y niñas en pandemia

El retraso del lenguaje, la poca interacción social y el uso excesivo de pantallas han sido una de las consecuencias del Covid-19 que ha complicado el desarrollo infantil. En contexto de este retorno a clases y cómo deberán adaptarse los menores a las actividades presenciales, especialistas entregan consejos para contrarrestar los daños.


La crisis sanitaria generada por la pandemia, ha impactado el desarrollo físico, psíquico y social de los niños. Con el retorno a clases presenciales, los cambios en los niños y niñas han sido evidentes, y es por ello que profesionales de la salud llaman a prestar atención a síntomas, trastornos y cómo reestablecer rutinas para una mejor adopción a la nueva realidad. 

El cambio de ambiente, sus relaciones, la familia, el hogar, la escuela o jardines infantiles han revolucionado sus dinámicas y rutinas, afectando, principalmente, a los menores de edad. La restricción de los espacios físicos por la cuarentena ha provocado también el aumento del maltrato infantil por el estrés parental y familiar en general, lo que puede desencadenar en grandes problemas psicológicos en la vida adulta. 

“El ser humano es un ser social y los niños requieren un ambiente que les sirva de estímulo para alcanzar estabilidad emocional, adquisición de lenguaje, aprender modelos de conducta social. A través del juego, la recreación, el deporte adquieren herramientas de progreso cognitivo y emocional”, puntualiza la pediatra de Nueva Clínica Cordillera, Viviana Guillier. 

La pandemia agravó la crisis de la atención y educación. A través del juego, la recreación y el deporte, los menores adquieren herramientas de progreso cognitivo y emocional. En este sentido, el Covid-19 ha generado un retroceso en ciertas habilidades que antes dominaban, tales como ir al baño o dormir, como también las dificultades a la hora de controlar los sentimientos de ira, tristeza y ansiedad. 

“El desarrollo integral de los niños debe observarse en talla y peso, donde este último aspecto ha presentado un aumento no saludable. El confinamiento conduce al sedentarismo y una sobre exposición de pantallas, por lo que va directamente relacionado con el exceso de peso” señala Guillier.

Por otra parte, cada vez aumenta la evidencia de que las cuarentenas tuvieron un impacto en la capacidad de lenguaje de los niños pequeños. El poco o ningún contacto con abuelos, la distancia social entre sus pares y la falta de encuentros para jugar han generado menos exposición a conversaciones y experiencias cotidianas.

“Actualmente existe un retroceso en el desarrollo del lenguaje, de la emocionalidad y también trastornos del sueño, de la alimentación. Hoy los niños están con menos ánimo, más nerviosos, más irritables” explica la pediatra.

Sumado a esto, la interrupción del acceso a servicios de salud, debido a la alta ocupación que éstos han tenido, ha derivado que el 56% de las familias con niños y niñas en el hogar, han tenido que postergar o suspender sus exámenes médicos. Situación que complejiza la atención preventiva de enfermedades y diagnósticos médicos en los niños. 

¿Qué hacer frente a esta situación?

Por otra parte, la profesional recomienda a la familia adaptarse a la nueva situación. “Deben relacionarse o interactuar para tranquilizarse, tener actividades variadas y creativas al interior de la casa, abrirse en la medida de lo posible con actividades recreativas, deportivas, entre otras”. 

También sugiere regular la exposición a pantallas o artículos electrónicos, controlar la alimentación y establecer rutina de hábitos saludables. Todas estas recomendaciones son importantes y de necesidad que generarán en la familia tranquilidad, seguridad, confort y relajo. 

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