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Innovadora tecnología produce hortalizas sin suelos, con mínima agua y durante todo el año Innovación

Innovadora tecnología produce hortalizas sin suelos, con mínima agua y durante todo el año

Los llamados Huertos Verticales Hortícolas son una alternativa sustentable e inocua para cultivar vegetales, que podría ayudar a reducir el consumo hídrico y evitar los quiebres de stock.


El bajo consumo hídrico es lo que caracterizó “Agricultura Vertical de Hortícolas”,  sistema que no usa suelo y con producción durante todo el año que se desarrolla a través de un módulo automatizado y de bajo costo.

Este módulo controla la iluminación, la temperatura, la humedad, y se realiza el monitoreo y control de los nutrientes de manera remota, de acuerdo con la necesidad específica de cada hortaliza.

La iniciativa nació por un equipo de académicos de la Universidad de Talca, quienes implementaron un proyecto de agricultura vertical hortícola que podría ser una alternativa para la generación de estos productos.

“El objetivo es producir hortalizas de manera continua, durante todo el año, de alta calidad, inocuas, y que estén al alcance del productor”, explicó la académica y directora del proyecto, , Gilda Carrasco Silva.

Un aspecto relevante es que, estos sistemas permitirían disminuir el consumo hídrico sustancialmente.

 “Para producir un kilo de lechugas se requiere al menos de 250 litros de agua, sin embargo, cuando se hace con agricultura vertical, en ambiente controlado, esa cifra disminuye, necesitando solo entre cinco a 10 Litros”, resaltó la investigadora.

Otro beneficio se refiere a que los productores de hortalizas se enfrentan a la necesidad de disponer de suelos para los cultivos, problema que se resolvería con este procedimiento.

“A veces en lugares como la precordillera o el secano costero, es difícil producir. Por tanto, estamos montando un módulo piloto de agricultura vertical hortícola que permite a la comunidad tener las hortalizas a su alcance”, manifestó Carrasco.

Actualmente el proyecto se encuentra en fase de transición desde el laboratorio experimental al módulo piloto.

“Es un contenedor de seis metros de largo que nos va a permitir cultivar hortalizas en cualquier parte de la región, inclusive del país y que va a contar con un panel solar, con mínimo consumo eléctrico local y vamos a utilizar muy poca agua”, detalló la especialista.

Tecnología de punta 

El profesional del Instituto de Investigación Interdisciplinaria de la Casa de Estudios, Fernando Fuentes Peñailillo,  explicó que, a través del uso de dispositivos y plataformas tecnológicas desarrolladas en conjunto con otros expertos, han logrado simular las condiciones propicias para cada cultivo en específico, fórmulas que luego podrán ser replicadas por los productores en cualquier lugar del país.

“La idea es poder transferir esta tecnología al sector productivo, de manera que un agricultor o un profesional que quiere usar un sistema de estos puede hacerlo utilizando recetas que estamos generando a través de investigación científica”, explicó Fuentes.

El investigador destacó la relevancia del proyecto, en particular para la región del Maule, donde la agricultura es el foco productivo principal. 

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